*El académico de la UdeC participó en el Foro de Investigaciones para la Gestión Integral

del Riesgo organizado por el CENAPRED.

Con la videoconferencia “Aporte de las ciencias sociales a la gestión integral de
riesgos de desastre”, el profesor investigador de la Universidad de Colima, Raymundo
Padilla Lozoya participó hace unos días en el Foro de Investigaciones para la Gestión
Integral del Riesgo, realizado a su vez en el marco de la Jornada Nacional de Buenas
Prácticas en la Gestión Integral de Riesgo de Desastres, que organiza el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).

En su charla habló de los puntos de vista opuestos de Voltaire y Rousseau sobre el
desastre del 1 de noviembre de 1775 en Lisboa, Portugal, donde un gran sismo, un tsunami y un incendio destruyeron la ciudad causando, según estimaciones, entre 50 y 70 mil muertos. Para Voltaire, lo ocurrido fue un castigo divino por el mal comportamiento y los pecados de sus pobladores, según escribió en su “Poema a Lisboa”, pero para Rousseau, el problema fue construir veinte mil casas se seis y siete pisos en un lugar de riesgo.

Unos años antes, el filósofo Immanuel Kant escribió: “Nuestras ciudades de casas
altas inevitablemente serán destruidas si las construimos en lugares como Lisboa. Los
terremotos son parte de la naturaleza, y en lugar de esperar a que la naturaleza se adapte a nuestra conveniencia, debemos adaptarnos a la naturaleza”.

Padilla Lozoya argumentó que las ciencias sociales, a nivel internacional, resultaron
influidas por este cambio de pensamiento hacia un paradigma social de la comprensión de los desastres, y dijo que actualmente se simplifica la Gestión de Riesgos de Desastres en las etapas de prevención, preparación, respuesta y reconstrucción.

Después habló de cómo empezaron a incrementarse los estudios que abordaban esta
nueva visión desde principios del siglo XX, y no sólo desde Estados Unidos o Canadá sino
también desde centro y Sudamérica. En 1992, dijo, surgió la RED de Estudios Sociales en
Prevención de Desastres en América Latina, que por medio de múltiples investigaciones y
publicaciones promovió un cambio de paradigma, el cual fue propuesto por autores como
Prince, Sorokin, Gilbert White, Oliver-Smith y Kenneth Hewitt, entre otros.

Ellos propusieron ver a la vulnerabilidad como la raíz de los desastres, además de
revisar críticamente los conceptos del círculo del desastre: vulnerabilidad, amenaza, riesgo, desastre, respuesta, recuperación o rehabilitación, reconstrucción, prevención, adaptación, etcétera.

Sus reflexiones, agregó Raymundo Padilla, han permeado en diversos países e
instituciones internacionales a través del modelo pragmático denominado Gestión Integral de Riesgos de Desastres (GIRD). Ésta red, dijo, “fue la plataforma de los ahora padres de la GIRD: Virginia García Acosta, Omar Darío Cardona, Allan LaveIl, Jesús Manuel Macías, Anthony Oliver-Smith, Andrew Maskrey, Wilches-Chaux, entre otros, quienes difundieron que los desastres no son naturales, porque el factor imprescindible de todo desastre es la sociedad y la vulnerabilidad que la caracteriza”.

Ahora, dijo el doctor en antropología, para hablar de estos fenómenos “se insiste en
referirse a ellos como ‘desastres asociados a fenómenos naturales’ o ‘desastre detonado por un huracán’, para evitar que se acuse a la naturaleza, lo cual implica la evasión de
responsabilidades políticas, económicas y sociales. Todos los desastres tienen nombre y
apellido. Esta propuesta teórica y conceptual surgió de las Ciencias Sociales y las
Humanidades, es decir, de un enfoque interdisciplinario entre la Geografía, Antropología,
Arquitectura, Urbanismo, Historia y Sociología”.

Padilla Lozoya compartió el espacio con Irasema Alcántara y Naxhelli Ruiz,
investigadoras del Instituto de Geografía de la UNAM; Hugo Delgado, director del Instituto de Geografía de la UNAM; con Cecilia Izcapa, investigadora del CENAPRED y Carlos Antonio Gutiérrez, director de Investigación del CENAPRED.

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