*La actriz y dramaturga universitaria presentó el unipersonal “Juana Inés en el FestivalInternacional de Teatro del Siglo de Oro.

En medio de la cuarentena, en la sala de su casa y con la ayuda de un fondo negro, un
baúl de madera, velas, vestuario y un libreto, la actriz universitaria y dramaturga Carmen
Solorio interpretó a “Juana Inés”, en el Festival Internacional de Teatro del Siglo de Oro
(FITSO), edición online. El texto es una adaptación de su autoría a la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz escrita por Sor Juana Inés de la Cruz.

Acostumbrada a la escena, al público, al hecho teatral, la actriz se rediseña, se adapta
a nuevas realidades. En entrevista sobre el proceso de creación, la dramaturga universitaria confesó haber estado frente a un desafío que comenzó con la invitación a participar en el FITSO, organizado por la Compañía Nacional de Teatro Clásico Fénix Novohispano de la Ciudad de México.

El festival convocó a actores, productores y gestores culturales de México y España a
realizar conferencias en vivo, cápsulas informativas, escenas emblemáticas, exposición de
vestuario, libros y documentos de la época, para transmitirlas en su página de Facebook.
Carmen Solorio, con una experiencia de más de 30 puestas en escena, asumió el reto
de readaptar un unipersonal estrenado seis años atrás, por lo que se apoyó en un equipo de expertos en trabajo audiovisual, edición y multimedia integrado por Yoatzin Balbuena Mejía y los hermanos Álvar Daniel y Diego Andrés Ochoa Solorio.

Sobre la creación de “Juana Inés” en el año 2014 relata: “Mientras buscaba un poema
o texto que tuvieran que ver con la mujer en busca de sabiduría y conocimiento, encontré la ‘Respuesta a Sor Filotea de la Cruz’”, considerada por muchos como el primer manifiesto
feminista de Latinoamérica. A partir de ese momento, dijo, se volvió un reto encontrar la
esencia del material “por lo complejo del lenguaje (propio del barroco), la extensión de la
carta, las referencias literarias, las frases en latín, en fin, todo un proceso de investigación
para descifrar y comprender lo mejor posible esta respuesta, lo que me permitió dimensionar y admirar la grandeza de Sor Juana al defender su natural amor por el conocimiento”.

Al leer y releer la “Respuesta a Sor Filotea”, Carmen Solorio se dio cuenta de que
necesitaba conocer la parta previa para entender por qué Sor Juana respondió de esa manera; “entonces encuentro entonces la Carta de Sor Filotea de la Cruz, quien no es una mujer sino un hombre, un obispo”.Los materiales que consultó, recuerda, hacen referencia a que se trata de uno de los
primeros casos de travestismo en el continente; “ambas cartas me resultaron interesantes y complejas, y lo que yo hago es tratar de hilar una historia. ¿Cómo contarla? Sor Juana recibe esta carta donde la reprenden por su Carta Atenagórica, que el mismo obispo le pidió escribir y quien además la publicó sin su consentimiento. No conforme con ello, aprovecha la misiva para cuestionarla por dedicar mucho tiempo al estudio de filósofos y poetas y no a las sagradas escrituras. Imagino entonces el impacto vivido por Sor Juana al momento de leer esa carta y el conflicto al pensar en cómo responderla. Trato de recrear ese momento y llevarlo a la escena alternando las reprensiones de Sor Filotea y los argumentos de Sor Juana”.
La adaptación que el público ve en pantalla, con duración de 15 minutos, añadió, es el
conflicto interno de Sor Juana escuchando la voz de Sor Filotea y dando respuesta a sus
señalamientos, como si discutieran frente a frente. La actriz recordó que, en su momento, esta lectura dramatizada duraba poco más de una hora.

“Cuando llega esta invitación pienso en el texto y lo primero que viene a mi mente es
cómo reducir esa hora y 10 a sólo quince minutos, por lo que comencé a trabajar para rescatar lo más significativo y trasladarlo a la imagen. El nuevo libreto fue un proceso creativo que involucró a todos”.

Así, la sala de la casa de la actriz se convirtió en un escenario. Ella y su equipo se
armaron de telas y de la utilería de la producción del montaje pasado: la pluma, el tintero, el papel, los cirios, el vestuario y todos los detalles. El proceso de grabación comenzó a las ocho de la noche y terminó a las dos de la mañana. Al día siguiente, señala la actriz, se grabaron algunas tomas en primer plano. De la mano de Yoatzin Balbuena estructuraron los elementos visuales de la multimedia y después de varias observaciones, el material ya tenía fecha de estreno.
Sobre el streaming desde la página del festival, la actriz confiesa que “fue muy
emocionante; me sentía nerviosa, como si estuviera en el escenario y fuera a estrenar. Me
contacté con el equipo y nos enlazamos por videollamada. Disfrutamos del producto ya
terminado y estábamos contentos del resultado en línea, ya que el video posee un equilibrio entre el texto, el trabajo audiovisual y la intervención multimedia; todos estos elementos se complementaron y aportaron mucho para mantener la atención del público”.

El trabajo se estrenó vía online el pasado 10 de julio, en la página de Facebook del
festival; sin embargo, aún continuará allí para quienes deseen verlo. Se trató de un video de quince minutos, que para su protagonista “.

Al preguntársele, sobre cómo se sintió por el tema de los aplausos ausentes en estas
nuevas modalidades en línea, la actriz contestó: “nos aplaudimos nosotros mismos, mis hijos y yo en casa y Yoatzin a través de la pantalla, pues nos enlazamos por videollamada y vimos untos el estreno. Definitivamente se extrañan los aplausos. Cambió la forma de aplaudir; ahora los aplausos son felicitaciones escritas, los likes y los corazones que se multiplican en la pantalla”.

Por último, la actriz agradeció a la Universidad de Colima y especialmente al equipo
del festival por invitarla a participar y confiar en ella para sacar adelante este material.

Por Noticias