*“Lo que originó esta investigación fueron estudios que señalaban que la pandemia por
COVID-19 había hecho que algunos sectores de audiencias regresaran a los medios
tradicionales de comunicación”: Arnoldo Delgadillo, doctor en Ciencias Sociales.

De acuerdo con varios estudios, el aislamiento social provocado por la pandemia ha
hecho que algunos sectores de la población modifiquen su consumo informativo, volviendo
su confianza a medios tradicionales de comunicación como la radio, televisión e impresos,
“por la calidad y certidumbre de la información generada, en relación con la producida en
medios digitales y redes sociales, cuna de las fake news”, según dijo en entrevista el doctor
en Ciencias Sociales por la Universidad de Colima, Arnoldo Delgadillo Grajeda.

Sin embargo, como lo descubrió recientemente en su estudio “Consumo informativo
de la generación Z en la pandemia del Covid-19, en Colima, México”, para los centennials
(nacidos entre 1997 y 2015), la primera generación de ciudadanos que son enteramente
nativos digitales, “esto no sucedió así”.

El estudio, aplicado a jóvenes de todo el estado, compartió Arnoldo Delgadillo,
“muestra que ellos siguen informándose, incluso en la pandemia, a través de medios de
comunicación digitales y redes sociales”. Esto, comentó, “es interesante porque ellos saben
que la información que consumen no es la más confiable ni la de mejor calidad, entre el
abanico de la producción informativa del resto de medios de comunicación, pero aun así la
consumen por considerarla atractiva, por tenerla al alcance e incluso por la viralidad de
esos contenidos”.

En entrevista, explicó que “lo que originó esta investigación fueron otros estudios
que señalaban que la pandemia había hecho que algunos sectores de audiencias regresaran a los medios tradicionales de comunicación, como una forma de hacerse llegar información
mucho más certera sobre la enfermedad del Covid-19”.

Él decidió enfocar su estudio en un sector poblacional que es de su mayor interés,
los denominados centennials o generación Z, nativos digitales e híper-consumidores de
productos comunicacionales. Para ello, aplicó un muestreo no probabilístico por cuota
durante el mes de abril del año en curso a través de plataformas electrónicas, a una muestra de 215 jóvenes de entre 18 y 26 años de edad, residentes en el estado.

El formulario a llenar constó de alrededor de trece preguntas en las que debían
señalar la frecuencia con que consultaban los medios de comunicación para informarse
sobre la pandemia del coronavirus, así como el nivel de confianza hacia esos medios y la
calidad de la información, principalmente.

Otro de los datos arrojados por su estudio fue que “existen opiniones divididas sobre
la labor de los medios de comunicación en la emergencia sanitaria; hay quienes reconocen
su importancia y profesionalismo, pero también quienes cuestionan la manera en que éstos
informan, así como las motivaciones que tienen para hacerlo”.

Para el entrevistado, los resultados del estudio pueden servir para que el gobierno
sepa a qué canales y de qué forma debe dirigir los mensajes sobre el cuidado de la salud y
“para que los medios tradicionales sepan que ante una emergencia sanitaria deben generar
productos periodísticos y comunicacionales accesibles, con información de calidad, que sea
además gratuita y atractiva, ya que es lo que las nuevas audiencias esperan”.

Por último, Delgadillo Grajeda mencionó que los resultados de esta primera etapa
del proyecto, que corresponde al consumo, están en proceso de publicarse; “lo que sigue es el análisis del papel de los medios de comunicación y redes sociales desde la visión de la
generación Z, en un nivel más cualitativo. También analizaré los contenidos periodísticos
de los medios en la primera etapa de la pandemia”.

Por Noticias