A cinco meses del cierre de templos y centros de cultos en Colima, por la pandemia de COVID-19, la Diocesis de Colima anunció que retomará sus actividades, al señalar que los fieles demandan un acompañamiento en estos momentos de dificultad.
“Vemos oportuno y necesario poder continuar las actividades pastorales con prudencia y con diligencia, así como otras organizaciones gubernamentales lo han estado haciendo”, indicó a través de un comunicado el Obispo de Colima, Marcelino Hernández Rodríguez.
Dijo que la Iglesia es parte importante en la sociedad y no puede quedar relegada y señalada como institución no indispensable, ya que es mucho lo que puede hacer por las comunidades que sufren y experimentan la necesidad.
Por tanto, exhortó a los sacerdotes de la Diócesis a que personalmente puedan ir retomando las actividades propias de la vida parroquial con mayor intensidad y cuidado.
La celebración de la Misa se hará con el 50 por ciento de la capacidad de los templos, para que se pueda mantener una sana distancia, los ritos serán breves y siguiendo los protocolos de sanidad como el uso del termómetro, cubrebocas y gel antibacterial.
Asimismo, se contempla continuar con el acompañamiento espiritual, la asistencia en las confesiones y el servicio de la catequesis según las posibilidades de cada comunidad, contemplando la catequesis en línea.
También se retomaría la celebración de los sacramentos y demás celebraciones y ejercicios de piedad y se reanudarían los servicios de oficina.
El obispo indicó que las disposiciones irán acompañando el proceso y evolución de la contingencia, y los pastores serán responsables de promover la concientización y el cuidado de la salud física y espiritual de los fieles, puesto que cada uno conoce la realidad concreta de cada comunidad.