*“Ahora se cuenta con un talento humano sensible y atento a las distintas expresiones de
su entorno, capaz de manejar mucho mejor sus emociones y de comunicarse de formaasertiva con quienes les rodean”; Alicia López.
Este fin de semana concluyeron los trabajos del programa Arte en Casa, que constó
de las conferencias “Aprende a cantar”, “Exvotos en México” y “Los castrati”, y del taller
Teatro en contingencia, teatro que libera. Tuvo como objetivo enriquecer la sensibilización
al arte en los participantes.
Arte en Casa, además de representar un espacio de apreciación artística, fue también
un esfuerzo por apoyar la formación integral del personal de la Universidad de Colima.
Estuvo coordinado por el Centro de Desarrollo de la Familia Universitaria (Cedefu), la
Dirección General de Recursos Humanos y la Coordinación General de Extensión a través
de la Dirección General de Difusión Cultural.
En el acto de clausura, Alicia López de Hernández, directora general del Cedefu,
informó que este programa rebasó las expectativas, ya que tuvo una duración de 816 horas
de capacitación y se logró una asistencia de 216 personas distribuidas en las distintas
sesiones del programa; “ahora se cuenta con un talento humano sensible y atento a las
distintas expresiones de su entorno, capaz de manejar mucho mejor sus emociones y de
comunicarse de forma asertiva con quienes les rodean”.
En su turno, Fernando Macedo Cruz, coordinador general de Extensión de la
Universidad de Colima, reconoció la labor de este proyecto, “que buscó promover las artes
con sentido de desarrollo humano en nuestra universidad.
Felicitó a las y los trabajadores de la comunidad universitaria que participaron en las
sesiones en línea, así como a los instructores e instructoras Blanca Reyes, José Antonio
Frausto, Juan Franco y la actriz Carmen Solorio, “por su entrega y excelente desempeño”.
De igual manera felicitó a Gilda Callejas y su equipo de Difusión Cultural.
Sobre esta experiencia, los participantes compartieron que, gracias a estos talleres se
sintieron parte de una familia universitaria que valora y toma en cuenta a sus trabajadores;
“en este espacio pudimos ver nuestra vulnerabilidad, habilidades y fortalezas”,
coincidieron.
Los instructores también confesaron haberse sentido agradecidos por participar en
este ciclo, con duración de aproximadamente dos meses.