*Aramis Olivos, de la Facultad de Ciencias Marinas, habló en entrevista de la declaración
mundial de científicos sobre la necesidad de emprender acciones inmediatas contra losefectos nocivos del cambio climático.
En entrevista, el profesor investigador Aramis Olivos Ortiz llamó la atención sobre
la urgente necesidad a nivel mundial de difundir las consecuencias negativas que ha tenido
el impacto de las actividades humanas en los ecosistemas y recursos acuáticos del mundo,
situación que afectaría seriamente la economía de las naciones, la supervivencia de especies animales y de plantas, así como la salud y bienestar de los seres humanos.
Aramis Olivo, científico del Centro Universitario de Investigaciones Oceanológicas
(Ceunivo) de la Universidad de Colima y profesor de la Facultad de Ciencias Marinas, en el
campus Manzanillo, añadió que como presidente de la Sociedad Mexicana para el Estudio
de Florecimientos Algales Nocivos (SOMEFAN), como presidente de la región occidente
de la Sociedad Científica Mexicana de Ecología y como universitario, se ha sumado a una
iniciativa mundial de científicos para llamar la atención sobre los efectos nocivos del
cambio climático y cómo hacer algo por revertirlos.
Esa iniciativa, encabezada por la Sociedad Americana de Pesquerías (AFS, por sus
siglas en inglés), la conforman 111 sociedades con más de 80 mil integrantes, todos ellos
ligados al estudio de los sistemas acuáticos a nivel mundial. Entre todos, han redactado la
“Declaración de las Sociedades Científicas Acuáticas Mundiales sobre la necesidad de
emprender acciones urgentes contra el cambio climático causado por el hombre, basada en
pruebas científicas”(https://climate.fisheries.org/world-climate-statement/).
Este pronunciamiento, agregó el investigador, será llevado al Senado de Estados
Unidos y lo piensan subir a Naciones Unidas. En México, compartió, él quiere llevarlo a la
Cámara de Diputados para que sea ampliamente conocido y también darlo a conocer a los
medios para sensibilizar a la sociedad sobre este problema.
El pronunciamiento, que es un poco extenso, da definiciones básicas sobre el tema y
aborda los impactos del ser humano en el medio ambiente. Dice, entre otras cosas, que los
ecosistemas acuáticos, de agua dulce o marinos, brindan múltiples beneficios a la sociedad
humana, como el suministro de oxígeno, alimentos, agua potable, recursos genéticos, así
como la regulación de la composición atmosférica y del clima. La existencia y el bienestar
humanos dependen de ellos. Además, un 40% de la población mundial vive a menos de 100 kilómetros de la costa.
El documento asegura que “los recursos acuáticos del mundo se encuentran ahora
bajo la mayor amenaza en la historia de la humanidad. El cambio climático causado por el
hombre está acelerando la degradación de los ecosistemas acuáticos y los servicios que
brindan. Los ecosistemas acuáticos se encuentran entre los más afectados en el mundo”.
Por primera vez, dicen los firmantes del documento, “la evaluación de los riesgos globales
realizada por el Foro Económico Mundial clasificó el impacto del ‘fracaso de la acción
climática’, la ‘pérdida de biodiversidad’ y la ‘crisis del agua’, entre los cinco riesgos
principales durante la próxima década”.
Estiman, por ejemplo, que el daño económico que sufrirá Estados Unidos debido a
eventos relacionados con el clima alcanzará el 10% del producto interno bruto a finales de
siglo. En Europa, el costo mínimo de no adaptarse al cambio climático se estima en 100 mil
millones de euros por año en 2020 y en 250 mil millones de euros para el 2050.
A menos que se busque desde hoy revertir esta tendencia, aseguran los expertos en
los campos ambiental, social y económico, habrá una grave crisis ambiental y humanitaria
con repercusiones a nivel mundial, de ahí que estén llamando la atención de los legisladores a nivel mundial y de la sociedad en general, para lograr una acción concertada que mitigue los impactos negativos de este problema global.
Esos impactos, dicen, ya son perceptibles en la actualidad y ocurren cada vez con
mayor frecuencia: intensificación y severidad de sequías, olas de calor, inundaciones,
incendios forestales y tormentas, glaciares que se derriten, desestabilización de las
principales capas de hielo, corrientes oceánicas cambiantes, aumento del nivel del mar,
acidificación y desoxigenación de los océanos, cambios en la distribución de especies,
incluida la expansión de especies exóticas invasoras; brotes de enfermedades de plantas
acuáticas y vida silvestre, eventos masivos de blanqueamiento de corales, etc.
Aramis Olivo comentó que actualmente en el gobierno de Cataluña, España, en el
gobierno Polaco y en el de Estados Unidos, se están escuchando estos planteamientos, y él
como representante de la comunidad científica está gestionando que este pronunciamiento
sea considerado por los especialistas de la Cámara de Diputados a nivel federal que tienen
que ver con las implicaciones del cambio climático.
En el tema del cambio climático, enfatizó, “todos estamos inmersos a través de una
cadena productiva muy amplia; no hay un sólo eslabón de la sociedad que quede fuera de
él. A fin de cuentas, el comercio es global, los recursos son globales y la afectación, por lo
tanto, será global, por lo que es urgente compartir esta información con todos para actuar de manera conjunta y responsable y generar cambios en los estilos de consumo, en la manera de explotación de recursos, la obtención de energéticos y en la forma de comerciar”.
Finalmente, comentó que es importante que la sociedad a nivel regional, nacional y
global “tome conciencia de que es un problema ambiental y que no va a detenerse si como
sociedad no nos organizamos y conocemos cuáles son sus causas, efectos y, sobre todo, si
no cambiamos nuestra forma de actuar y pensar sobre este tema”.