nte el parto (perinatal) y después del parto (neonatal).

Por ello, la secretaria de Salud, Leticia Guadalupe Delgado Carrillo, informó que en las unidades del primer y segundo nivel de atención (centros de salud y hospitales) se aplican a las embarazadas pruebas de detección, estudios y tratamiento farmacológico, además de programar una cesárea para evitar el contacto de la sangre.

En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, con información de la coordinación del Programa de VIH/SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual, la funcionaria estatal explicó que si la embarazada sale reactiva a la prueba del VIH, se vuelve a realizar en el Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits) una detección gruesa con una prueba rápida y se mandan hacer los estudios de carga viral  y CD4.

Dependiendo del resultado que arrojen estos exámenes, el médico indicará el tratamiento que requiera la paciente, dando seguimiento en el centro de salud y en esta unidad especializada.

Asimismo, es enviada al servicio de Gineco-Obstetricia, en donde es valorada y programada una cesárea para seguir con los cuidados del niño o niña por nacer y de la madre, a fin de que su carga viral esté indetectable.

En el momento del parto con cesárea y cuando se va a realizar el corte del cordón umbilical, se transfunde el medicamento tanto a la madre como al hijo que hace una barrera para que el virus no pase por este cordón.

Indicó que la madre no puede amamantar al recién nacido, ya que el virus también puede estar en la primera leche de la madre (calostro), por lo que se provee con sucedario de la leche materna para alimentar al niño.

Finalmente, señaló que al bebé se le hacen estudios a partir del mes y se le da seguimiento para verificar que no haya transmisión del virus, de tal manera que al año, o año y medio, se le da de alta declarándolo positivo o negativo.

Colima, Col. 6 de diciembre de 2020

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