La Secretaría de Salud y Bienestar Social del Gobierno del Estado, lleva a cabo la vigilancia epidemiológica de eventos supuestamente atribuibles a la vacunación y/o inmunización anticovid, a fin de tener una perspectiva más real de la seguridad, calidad y efectividad de la vacuna y conocer los posibles riesgos, a pesar de que éstos sean de baja frecuencia.

Al respecto, personal del Departamento de Atención al Infante y Adolescente informa que el beneficio de ser vacunado debe ser mayor al riesgo de presentar alguna reacción, de ahí que se hace cada vez más necesario realizar una vigilancia permanente de las posibles reacciones que se presentan tras administrar las vacunas.

Por eso, es de vital importancia conocer estos eventos, pero no sólo esto, sino saber el origen de los mismos para incidir en este y al final contar con mayor rango de seguridad.

De esta manera, se tiene que identificar situaciones especiales como la existencia de una enfermedad previa, una infección aguda, la presencia de fiebre, el antecedente de alergias, las reacciones a dosis previas, el antecedente vacunal previo a un mes y las transfusiones sanguíneas recientes.

Una vez aplicada la vacuna, hay que preguntar al vacunador (a) cuáles son las reacciones esperadas y consideradas normales, así como los datos de alarma que le indiquen acudir de inmediato a recibir la atención médica.

En este sentido, la dependencia estatal señala que quienes reciben la vacuna no deben automedicarse ni tomar remedios, así como no aplicarse ungüentos milagrosos ni hielo en el sitio de inyección.

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