*El investigador de la UdeC explicó que las pruebas actuales detectan las tres variantes
del SARS-CoV-2, y que las vacunas ofrecen seguridad para que los casos no se compliquen.
Las tres nuevas variantes del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad
COVID-19, han generado preocupación mundial debido a que pueden propagarse de
manera más rápida que el virus original. Aunado a ello, la desinformación en torno a estas
nuevas variantes ha provocado un sinfín de especulaciones, como la de suponer que las
personas infectadas con alguna de ellas mueren más rápido o cuestionar si los
medicamentos servirán para tratarlas o si las vacunas actuales serán eficientes para
combatirlas.
Iván Delgado Enciso, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de
Colima y del Instituto Estatal de Cancerología, explicó en entrevista que los estudios
realizados a las variantes que se detectaron originalmente en Inglaterra, Sudáfrica y Brasil,
apuntan a que éstas podrían tener la capacidad de transmitirse más rápido que el virus
original y que en el caso de la variante de Inglaterra, podrían provocar casos más graves.
“No se han reportado cambios en síntomas, pero podrían provocar una enfermedad
severa y larga; al prolongarse el periodo, el virus tiene mucho más tiempo para diseminarse.
Ahora bien, no se descarta que pueda tener más predominancia por un síntoma; he visto en la clínica que los primeros pacientes con Coronavirus tenían algunos síntomas muy claros y últimamente hay pacientes con predominancia de síntomas que antes no veíamos con frecuencia; no sabemos si es por una variante o debido a causas que desconocemos”,
explicó.
¿Pero a qué se refieren los investigadores cuando hablan de variantes y por qué les
prestan atención? Así como los seres humanos tenemos material genético, llamado ADN
(ácido desoxirribonucleico), que define en gran medida nuestras características y que nos
diferencia de nuestros propios hermanos, explicó Iván Salazar, virus como los coronavirus
también pueden tener diferencias en su material genético, que en su caso es ARN (Ácido
Ribonucleico). La diferencia entre nosotros y los virus, dijo, es que su evolución como
especie es más rápida.
“Pueden replicarse o sacarse copias ellos mismos incluso cada 24 horas; entonces,
las generaciones son muy cortas. Digamos que puede haber virus con material genético que les brinda características nuevas como las de Inglaterra, Sudáfrica, Brasil y Japón, e incluso en el transcurso del mismo año, en una misma región pueden verse variantes nuevas con otras características, que podrían ser más graves incluso que el virus original o que no generen ningún cambio”, explicó.
Por ejemplo, comentó que, en 2009, Colima tuvo un brote epidémico de dengue que
ocasionó casos más graves. Al secuenciar el virus del dengue, se dieron cuenta que en gran
parte se debía a una variante; “entonces, los cambios genéticos en los virus siempre van a
ocurrir, pero no siempre se detectan. Se puede comenzar una búsqueda intencionada cuando se detectan casos graves, mientras que otras variantes pasan desapercibidas porque no generan cambios”.
“Ahora bien –continúo– no significa que estas tres variantes sean las únicas; creo
que en el mundo están surgiendo más variantes. Se están haciendo estudios para monitorear el material genético del virus y ver cuáles se encuentran. Seguramente si tomamos material genético del virus en el país y lo secuenciamos, podríamos hallar una nueva variante”.
Delgado Enciso comentó que estas tres variantes del SARS-CoV-2 son detectables
con las pruebas actuales ampliamente aprobadas (RT-PCR), ya que analizan de manera
simultánea varios genes o fragmentos del material genético del primer virus; es decir, “estas pruebas identifican dos o tres regiones del coronavirus, y si las mutaciones se dan en una región específica del virus, quedan las otras regiones del ARN del virus original para que siga siendo detectado. Las pruebas detectan al virus, pero no nos pueden decir qué
variación es, para eso se tendrían que hacer pruebas específicas”.
Respecto a si tendrían que aplicarse nuevos protocolos médicos, como el cambio de
medicamentos ante la presencia de dichas variantes, el académico explicó que no, ya que no existe un medicamento específico para tratar esta enfermedad, porque sólo existen aquellos dedicados a detener las alteraciones que produce el virus; “las reacciones depende mucho de las personas, porque hay quienes no responde por más medicamentos que se les den”.
Lo mismo sucede con las vacunas, agregó; datos preliminares de un estudio
realizado en Israel, donde ya se aplicaron más de un millón de dosis y hay una nueva
variante, arrojaron que las vacunas son efectivas y pueden ofrecer cierta seguridad ante las
variantes: “Se sospecha que pueden ser un poquito menos eficaz ante estas variantes,
porque las vacunas están hechas del material genético del virus original. De que protege, sí, y que podría proteger en menor medida, también, pero es algo que tiene que analizarse”.
“Lo que sí es cierto es que las compañías que ya han desarrollado las vacunas están
planteando nuevos estudios para las variantes, como sucede con la influenza, en la que cada seis o doce meses te ponen una distinta para que te cubra contra las nuevas variantes, pero eso no quiere decir que las vacunas actuales no ayuden, al contrario, ayudan muchísimo”, destacó.
Generalmente los virus llegan para quedarse, dijo, “éste no es el primer coronavirus
que ataca a los humanos, lo importante de esta pandemia es que aprendamos a seguir los
protocolos de salud e higiene, como el lavado de manos, el distanciamiento social y ciertas restricciones hasta que se controle la diseminación del virus, que afectó la economía y el
estilo de vida”.
“El virus va a seguir aquí; esta situación de pandemia va a durar, pienso, hasta el
próximo año. Todo depende de la evolución de la vacuna, pero es un virus que siempre va a estar, siempre vamos a tener enfermos por coronavirus. Lo que se está buscando es que el impacto a nivel masivo disminuya, pero de aquí en adelante seguirá habiendo pacientes con Coronavirus, así como los hay con influenza”.
Es muy importante, comentó Iván Delgado, que las personas que ya se aplicaron la
vacuna o estén próximas a ponérsela, no bajen la guardia y sigan teniendo distanciamiento
social, usando cubrebocas, lavándose o desinfectando las manos frecuentemente, ya que
estar vacunados en estos momentos no quiere decir que estén libres de poder padecer la
enfermedad, pues si bien reduce muchísimo el riesgo de enfermarse, no lo elimina por
completo.
“El efecto a nivel masivo lo veremos cuando la mayoría de la población esté
vacunada; mientras esto no pase tenemos que seguir tomando las medidas de protección
que indiquen las autoridades sanitarias”. Finalmente, el académico agradeció a la
Universidad de Colima y al Instituto Estatal de Cancerología por el apoyo para hacer
investigación sobre el Coronavirus.