Las llamadas de ansiedad, depresión y problemas de pareja ocupan cerca de 35%. Las que tienen que ver con luto, 4%; 65% las hicieron mujeres.
En los primeros tres meses de este año se triplicaron las llamadas por depresión a la línea de ayuda que ofrece el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, respecto al mismo período del año pasado; esta asociación civil y las autoridades de salud han alertado de una pandemia de salud mental relacionada con el COVID-19.
En marzo pasado, el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México atendió 5 mil 72 llamadas de auxilio relacionadas con con ansiedad, depresión, angustia o tentativa de suicidio.
En lo que respecta comparando enero-marzo del 2021 contra enero-marzo del año pasado, tenemos un aumento de alrededor de 311%”, comentó Salvador Guerrero, presidente del Consejo Ciudadano.
Las llamadas de ansiedad, depresión y problemas de pareja ocupan cerca de 35%. Las que tienen que ver con luto, 4%; 65 por ciento las hicieron mujeres.
“Personas muy jóvenes de entre 12 y 17 años y personas también mayores de 45 años, digamos que son los que nosotros advertimos un mayor aumento,de todos los caminos de la vida”, apuntó Salvador Guerrero, presidente del Consejo Ciudadano.
Son los primeros estragos del impacto psicológico de más de un año de pandemia.
“Los adultos, muchos perdieron sus fuentes de ingreso, empleos formales, eso los mete en un estrés muy grande el cual termina en algunos casos desencadenando un trastorno o un padecimiento mental. Se viene una especie de pandemia, pero ahora de salud mental, de trastorno de ansiedad, trastornos depresivos, duelo, consumo de sustancias”, señaló Juan Manuel Quijada, director general de los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaria de Salud.
Los especialistas sostienen que la venta de medicamentos para dormir ha aumentado.
“Han estado pidiendo el producto para lo que es la depresión, la ansiedad, para dormir bien, de todo eso”, comentó Isabel Recova, encargada de una farmacia.
Parte de la estrategia para contener los padecimientos mentales se desarrolla a través de la llamada “línea de la vida”, en donde atienden psicólogos, psiquiatras y neurólogos.
“Las personas cuando se comunican con un intento de suicidio es la última oportunidad que le está dando la sociedad para salvar su vida; descubren que hay alguien que les puede escuchar, que les puede atender”, dijo Claudia Sirene, psicóloga de Consejo Ciudadano.