En tiempos de pandemia un oxímetro es esencial, y más todavía si es inteligente y puede alertar al médico de una emergencia por hipoxia, es decir, una disminución en el oxígeno que impida mantener las funciones corporales.
Por lo que estudiantes de PrepaTec, Campus Ciudad de México, desarrollaron este dispositivo que ganó el primer lugar en el concurso internacional Creativity Marathon.
Andrea Murillo, Natalia Ramirez y Citlali Maldonado son las creadoras de Kanan, que en maya significa “cuidar”.
Cuando surgió la idea de este proyecto, las jóvenes iban en cuarto semestre, en el que cursaron la asignatura Diseño y desarrollo de aplicaciones.
La tarea era diseñar una app que resolviera un problema social, al inicio la idea era evitar la muerte de cuna, pero con la pandemia, enfocaron el proyecto a un oxímetro inteligente y así contribuir a evitar las muertes por hipoxia ocasionada por covid-19, cuenta a MILENIO, Citlali, de 17 años.
Con el avance de la pandemia, avanzó también el proyecto que evolucionó de un simple oxímetro que leyera la saturación y el ritmo cardiaco a un dispositivo conectado a una mascarilla vía bluetooth y a una app móvil donde se almacenan los resultados.
Cuando el nivel de oxígeno en sangre baja de los 60 milímetros de mercurio (mm Hg), el oxímetro lanza una alerta al médico tratante o a la persona que se haya elegido como contacto.
Kanan “también tiene geolocalización, por lo que también muestra cuáles son los hospitales Covid más cercanos”, añade Natalia, de 18 años.
Su mentora, la profesora Mónica Elizabeth Jiménez dice que “dentro de la materia, los chicos siempre sorprenden porque tienen ideas muy radicales, incluso casi imposibles de hacer”.
Jiménez cuenta que un martes antes de irse al encierro definitivo, muchos alumnos decidieron migrar sus proyectos a solucionar problemáticas relacionadas con el Covid-19, por ejemplo, a falta de respiradores, las alumnas trabajaron en este proyecto enfocado en la hipoxia silenciosa.
“Fue una locura, eran las dos de la mañana y seguían trabajando conectadas a distancia”, afirma Jiménez. Natalia agrega que en tiempos de pandemia: “los jóvenes mexicanos siempre nos preparamos lo mejor que podemos, incluso en la adversidad y podemos trabajar en equipo”.
Asimismo, Citlali argumenta que “para cumplir tus metas y sueños no necesitas trabajarlo físicamente en un lugar, hay que adaptarse, nuestra mayor inspiración era lo que estaba ocurriendo alrededor, querer contribuir en el problema de salud”.
Esa fue la principal motivación del equipo. “Tú no sabes si con tu proyecto alguien puede salvar la vida”, dice Andrea, quien además agradece todo el impulso y apoyo que recibió su proyecto por parte de la comunidad del Tec de Monterrey.
“Yo les ayudé en la corrección del código y en la programación, pero definitivamente la visión del prototipo es totalmente de ellas”, recalca su mentora.
En noviembre del año pasado decidieron participar en un concurso internacional llamado Creativity Marathon, donde ganaron a nivel nacional y quedaron entre los cinco mejores del mundo.
Las alumnas del Tec compitieron con equipos de Brasil, Colombia, India y Estados Unidos. ¿Cuál es el siguiente paso? Citlali asegura que ahora buscan pasar del prototipo de Kanan al producto final con ayuda de la incubadora de empresas del Tec y hacer pruebas con expertos en medicina.
Después de la prepa, Citlali quiere estudiar biociencias y trabajar en investigación médica; Natalia estudiará medicina, pues considera que la tecnología ayuda a la prevención de las enfermedades y Andrea, que confía en la efectividad de los equipos multidisciplinarios, estudiará derecho.