*Tres psicólogos, una psicóloga y un arquitecto reflexionaron sobre las Implicaciones de
la pandemia por Covid-19 en el ámbito psicosocial, como parte de las actividades
académicas virtuales de la Semana de Psicología.
Como parte de los festejos por el Día del Psicólogo y la Psicóloga, se realizó el foro
“Implicaciones de la pandemia por Covid-19 en el ámbito psicosocial”, donde tres expertos
y una experta en psicología y un arquitecto reflexionaron sobre el tema a partir de sus
investigaciones.
Los profesores de tiempo completo de la Facultad de Psicología, Ximena Zacarías
Salinas, Julio César Verdugo, Roberto Montes Delgado y J. Isaac Uribe Alvarado, así como
el profesor invitado de la Facultad de Arquitectura, Gabriel Barbosa Chavez, presentaron
las investigaciones que realizan desde hace más de un año en relación con la pandemia y
sus implicaciones psicosociales.
La profesora investigadora de la Facultad de Psicología y doctora en psicología por
la UNAM, Ximena Zacarías Salinas presentó un estudio realizado hace poco más de un año
sobre la calidad de las relaciones familiares durante el confinamiento por la pandemia por
COVID-19. Ella señaló que las familias tienen diferentes vías de afectación, y que entre
mayor sea la afectación o los problemas que están enfrentando, mayor es el papel de la red social para poder solventar tal situación.
Zacarías Salinas invitó a los estudiantes y profesores “a que alienten el autocuidado
y cuidado responsable y colaborativo por parte de los profesionales de la salud y la red
social que nosotros conformamos para nuestra propia familia, ya que todos estamos
padeciendo estas circunstancias en diferentes niveles de afectación”.
El profesor de la Facultad de Psicología, Julio César Verdugo Lucero recomendó
que, como en cualquier situación de desastre, “las familias requieren un plan para afrontar
las vulnerabilidades, para conocer los recursos potenciales que tienen y así enfrentar las
adversidades”. En su ponencia denominada “Calidad de vida en la Pandemia”, Verdugo
Lucero planteó hacer un análisis de la situación particular de cada familia después de todo
lo acontecido durante el confinamiento por COVID-19.
El profesor Verdugo Lucero agregó que si bien son muy conocidas estas situaciones
complejas en lo laboral, emocional y social, “también sabemos de familias que no
compartían tiempo juntos”.
Gabriel Barbosa Chavez, doctor en Arquitectura del Programa Interinstitucional del
doctorado en Arquitectura de la Universidad San Nicolás de Hidalgo, dictó la conferencia
“Confinamiento por pandemia. La vivienda ¿Espacio saludable?” En ella dio a conocer una
investigación para comprender los efectos producidos por la vivienda en las personas, y las
posibles consecuencias de la relación entre espacio doméstico y la salud de sus habitantes.
Reveló que el 26 por ciento de las personas, según su estudio, no están satisfechas
con lo que su vivienda representó durante la pandemia, y que un 81 por ciento de las
viviendas requieren o requirieron algún tipo de modificación debido al confinamiento.
Además, dijo, el 23 por ciento de las viviendas representan un severo problema para
adecuarlas; requieren modificaciones que son difíciles de llevar a cabo y en algunos casos
son prácticamente poco factible de realizarse”.
Comentó que la falta de satisfacción con la vivienda y la pérdida de habitabilidad
ocasionan en las personas una mala relación y posibles riesgos de la salud, y planteó una
pregunta , para finalizar su intervención: “¿cómo podemos articularnos los psicólogos y
arquitectos para contribuir al estado de completo bienestar físico, mental y social de las
personas?”
En otra de las ponencias del foro, el profesor investigador Roberto Montes Delgado
habló de su investigación, que surgió a raíz del interés de alumnos de la licenciatura en
Psicología por incrementar la práctica de la actividad física como parte de una intervención
psicoeducativa para incrementar un comportamiento saludable. Montes Delgado se enfocó
en la actividad física como una actividad importante. La idea, compartió, “es que hagamos
de la salud nuestra principal, prioridad puesto que todo lo demás, sin la salud, no tiene gran relevancia”.
En su estudio “Efectos de la pandemia por COVID-19 en el ámbito de la salud por
decrecimiento en la práctica de la actividad física”, presentó datos sobre las consecuencias
negativas y ya conocidas que trajo esta situación de confinamiento, como son el sobrepeso,
la ansiedad, depresión y otras enfermedades físicas y mentales.
Mostró estudios de IPSOS, la empresa multinacional de investigación de mercados
y consultoría con sede en París, Francia, sobre hábitos alimenticios, así como datos de la
Universidad de Yale sobre el consumo de refrescos en México y habló de la campaña
contra la obesidad realizada por el Gobierno de México con la historieta en PDF “¿Qué te
estás tragando?”, y del programa Sanos en casa de la Organización Mundial de la Salud
(OMS) para disminuir la presencia de enfermedades crónicas no transmisibles por la
pandemia COVID-19.
Entre otros datos interesantes, dijo que durante la pandemia, en México se
incrementó en 8.5 kilos el peso corporal, cuando el promedio mundial fue de 6.1
kilogramos y que nuestro país es el principal consumidor de refrescos en el mundo, lo que
mata al año a 24 mil personas por ingesta calórica.
Invitó a los que no están haciendo actividad física a realizarla; ·hoy puede ser un
excelente día para iniciar” y para cerrar citó al filósofo Schopenhauer: “La salud no lo es
todo, pero sin ella todo lo demás es nada”.
Antes de finalizar este foro en línea, el profesor Isaac Uribe habló sobre la
percepción de riesgo, estados emocionales y miedos asociados a enfermar y morir por
COVID-19.Presentó datos de dos estudios hechos por académicos de esa facultad en julio
2020, cuando había mucho desconocimiento sobre esta enfermedad y aún no existía una
vacuna. Uribe Alvarado diferenció el impacto en la salud mental de las personas y familias
que sufren una muerte por COVID-19 entre sus integrantes y la afectación en personas que
se enferman por COVID-19.
Reportó que las emociones más comunes fueron frustración, miedo, ansiedad y
tristeza y que fueron los hombres los que más alta incidencia presentaron ante el miedo y la
incertidumbre. Uribe Alvarado explicó que uno de estos estudios analizó cómo la
percepción del riesgo y los miedos asociados a enfermar o morir por COVID-19 predicen
algunas de nuestras acciones de confinamiento.
En la segunda investigación, dijo, estudiaron la relación entre el miedo, la ansiedad,
angustia e incertidumbre con el confinamiento por la pandemia.
Las conferencias completas del foro en línea “Implicaciones de la pandemia por
Covid-19 en el ámbito psicosocial” y otras charlas de esta Semana de Psicología se pueden
consultar completas en el Facebook Facultad de Psicología Oficial.