*Alma Sánchez, abogada e investigadora ambiental, urbanística y territorial, dictó la
videoconferencia “La transversalidad del componente ambiental en la enseñanza híbrida”, a docentes universitarios.
La gestión ambiental, dijo Alma Carolina Sánchez Fuentes, investigadora de la
Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, en El Salvador, “debe hacerse desde
cualquier formación académica para lograr una transformación en los alumnos, algo que
pueda significar, el día de mañana, la diferencia entre la vida o la muerte”.
Ella impartió la videoconferencia “La transversalidad del componente ambiental en
la enseñanza híbrida”, ante las y los docentes que asisten a las Jornadas Académicas 2021
que organiza la Universidad de Colima. Alma Sánchez es abogada e investigadora
ambiental, urbanística y territorial.
En su charla, abordó las cuatro leyes de la ecología desarrolladas por Barry
Commoner: Todo está relacionado con todo, Todas las cosas han de ir a parar a alguna
parte, La naturaleza es más sabia y En todos los procesos dentro de la biósfera, al final
tendremos un déficit en términos de materia y energía.
La primera ley, explicó, “nos dice que la tierra es una biósfera compleja que se
relaciona con todos los seres vivos en forma individual, en comunidades o en forma de
ecosistemas; lo que le sucede a uno genera un efecto dominó en el resto de sus elementos”.
Esta ley, agregó, relaciona temas distintos, como los médicos, legales, sociales,
políticos, de ingenierías, administrativos, filosóficos y ambientales, entre otros muchos.
En cuanto a la segunda ley, “todas las cosas han de ir a parar a alguna parte”, dijo
que “los ciclos de la materia y la energía que la biósfera desarrolla para auto-producirse,
son diferenciados y debemos conocerlos para adaptarnos a sus características, ventajas y
limitaciones. Esta ley atañe más a los profesionales de la ingeniería ambiental, ya que nos
dice que siempre habrá una merma en alguna parte” Sobre la tercera ley, “la naturaleza es la más sabia”, dijo que dicha naturaleza se ha optimizado a lo largo de millones de años; “la evolución ha generado organismos y ecosistemas resistentes que pueden adaptarse unos a otros; para mí es la mejor maestra de cómo son de resilientes las especies, aún en las peores condiciones; es una maestra de la disciplina, perseverancia y la adaptación”.
Esta ley, añadió, “me ha permitido discutir paradigmas éticos y bioéticos, sobre todo
cuando se trata de médicos o gente de las ciencias de la salud. El derecho sanitario entra en el derecho ambiental. Esta ley también permite encontrar mediaciones históricas,
antropológicas y hasta literarias”.
La cuarta ley, explicó, “dice que en términos ambientales cualquier transformación
que se haga de la biósfera, como cuando se cambia el uso del suelo rural por el del suelo
urbanístico, está haciendo una transformación que consume una energía que jamás
podremos recuperar”.
Esta ley, agregó, permite abordar problemas de diseño espacial y de vulnerabilidad
climática; “en los territorios y las regiones, los cambios de uso de suelo vegetal o la falta de ordenamiento forestal o territorial generarán un impacto que traerá problemas”.
Por último, destacó que la educación ambiental, como elemento transversal, puede
abordarse desde las diferentes áreas del conocimiento, como las matemáticas, las ciencias
sociales, el lenguaje, la educación artística y la educación física, entre otras, “porque el
medioambiente es definido en algunos espacios legales como el sistema de elementos
bióticos, abióticos, socioeconómicos, culturales y estéticos que interactúan entre sí, con los
individuos y con la comunidad en la que viven, determinando relaciones de sobrevivencia
en el tiempo y el espacio”.