“Hoy convertimos este triste momento en un espacio para honrar su nombre y su obra,
uniéndonos a las diferentes voces de la sociedad colimense para reconocer su legado”:
Christian Torres Ortiz.
Este lunes, la Universidad de Colima rindió un homenaje póstumo al ex rector
Mario de la Madrid de la Torre, en el vestíbulo del edificio de rectoría, al cual asistieron sus
familiares, los ex rectores Fernando Moreno Peña, Carlos Salazar Silva y José Eduardo
Hernández Nava, así como líderes y representantes de los sectores universitarios.
En este homenaje, la Universidad reconoció el legado que Mario de la Madrid –
quien falleciera la semana pasada- dejó para la comunidad universitaria y la sociedad en
general como académico, como director de las entonces escuelas de Derecho y de
Contabilidad y Administración y como rector, de julio de 1968 a octubre de 1970.
Hoy, dijo el rector de la Universidad de Colima, Dr. Christian Jorge Torres Ortiz
Zermeño, “convertimos este triste momento en un espacio para honrar su nombre y su obra, uniéndonos a las diferentes voces de la sociedad colimense para reconocer su legado”.
Le agradecemos, continuó, “la mejora de las condiciones contractuales para los trabajadores, el reconocimiento al desempeño de trabajadores y alumnos distinguidos, el
inicio de vínculos de colaboración con la Universidad de Oklahoma, su apoyo al desarrollo
artístico, su gestión para la construcción del actual Bachillerato 1, que dio paso a la
edificación del Campus Central, la creación del Centro Universitario de Investigación
Histórica y Cultural y el Bufete Jurídico Gratuito de la Escuela de Derecho”.
Su labor, reconoció Christian Torres Ortiz, “es evidente no sólo por lo que hizo en
sus días como académico, director o rector, sino que su pertenencia y arraigo a la
institución se manifestó permanentemente, acompañándonos en cada evento, brindando su
consejo y apoyando las causas universitarias”.
Por último, invitó “a recordarlo como la persona íntegra y decidida que el profesor
Manuel Velasco describe en su breve biografía: ‘Fiel desempeño de sus cargos y deberes
profesionales, como consecuencia de su alta capacidad e integridad responsable en todos
sus actos, son rasgos del distinguido profesionista licenciado de la Madrid de la Torre”.
Antes de terminar, el rector Christian Torres Ortiz le propuso a los hijos, hijas y
nietos presentes en el homenaje, que para mantener viva la memoria de Mario de la Madrid, se le impusiera su nombre a un espacio universitario que represente su perfil profesional; “si no existen inconvenientes, propondré ante el Consejo Universitario el otorgamiento de tal distinción, para que su nombre siga enriqueciendo la historia universitaria”.
Al hablar en nombre de la familia, su hijo Mario de la Madrid Andrade lo recordó
como “un estudioso del derecho, dedicado, preocupado por la innovación en la rama del
derecho”; incluso comentó que era un hombre al que no le sorprendía el desarrollo de las
tecnologías de información y comunicación, “pues más tardaba en salir alguna aplicación o
herramienta, cuando él se ocupaba de conocerla y saber su uso, pues todo reto para él era
una oportunidad de superación.
Fue, agregó, un estudioso del derecho, “debo decir que en ese entonces pocos
abogados invocaban alguna jurisprudencia en los tribunales, esto no era cualquier cosa,
pues había que revisar libros voluminosos de Mayo ediciones, donde eran publicadas. Hoy
ya es relativamente sencillo. En este aspecto, la Universidad de Colima fue pionera y razón
por la cual mi padre siempre se sintió orgulloso”.
También narró cómo su papá realizó “el primer acto de defensa de la Autonomía
Universitaria, cuando un grupo de policías que perseguían a varios estudiantes irrumpió en
el campus universitario, donde ahora se encuentra el Instituto Universitario de Bellas Artes.
Los ex alumnos me cuentan cómo mi padre confrontó a los policías y los sacó de las
instalaciones educativas”.
Su padre, agregó, sostenía que en el derecho se investiga, se innova, se implementan
nuevos criterios y formas o los estados y países se quedan atrás; “paradójicamente, en vida se entregó al derecho romano y al derecho latino; no comulgaba con el derecho anglosajón aplicado a nuestro México, pero veía la necesidad de comprender sus sistemas
contractuales, de combinarlos, pero sin olvidar nunca que somos latinos”.
“Mi padre -concluyó- siempre llevó en el corazón a la Universidad de Colima; seguía su trayectoria de forma muy puntual y cada que ésta requería de su parte estuvo ahí
con cada uno de los rectores, hasta el último día de su vida. Se podría decir que traía
tatuada en su alma la Universidad. Por eso, en nombre de la Familia de la Madrid Andrade,
agradecemos el gesto de brindarle este reconocimiento, este homenaje que quedará grabado en nuestro corazón por siempre”.