Con financiamiento federal del Programa para el Desarrollo Profesional Docente
(PRODEP), la profesora-investigadora de la Facultad de Psicología de la Universidad de
Colima, Verónica Miriam Guzmán Sandoval coordinó y participó en la escritura del libro
“Manejo integral del dolor: el alivio del dolor como un derecho humano”, en el que
participan investigadores y artistas de la propia UdeC, de la UNAM, la Universidad de
Guadalajara, la Universidad Autónoma de Querétaro y la Universidad Panamericana,
además de una ilustradora que aún estudia secundaria.

En entrevista, la Dra. Verónica Guzmán dijo que escribió este libro “por una
necesidad de mejorar la calidad de atención en el dolor pediátrico desde un referente
integral, multidisciplinario y humano que mejore la calidad de vida de niños y niñas en
cualquier escenario hospitalario. Ella es doctora en psicología especializada en el tema del
dolor en las áreas hospitalarias de pediatría, maternal, urgencias, neonatal, oncología e
infectología.

Este libro, explicó, consta de seis capítulos en español, con varias partes escritas en
inglés, que explora temas relacionados con las bases psicofisiológicas del dolor, y que
incluye investigaciones de varios expertos en las áreas de la música, pedagogía y
tecnologías virtuales; “la intención es que se genere una propuesta para que se trabaje el
dolor como un derecho humano” en todas las clínicas y hospitales.

En su libro, dice que “el ser humano requiere motivación, amor, esperanza,
aceptación y sobre todo una atención integral en salud para vivir y sobreponerse al
sufrimiento provocado por una enfermedad. Por este motivo, instituciones internacionales
han establecido el alivio del dolor como un derecho humano”.

En el primer capítulo, resumió, se explica de manera científica cuáles son las vías
neuronales de recepción del dolor, cuáles son los mecanismos implicados para que una
persona pueda sentir dolor y cómo es qué hay una diferencia entre una persona y otra al
percibir el dolor. En el segundo habla sobre terapia narrativa, “una forma indirecta de
trabajar con niños o niñas un evento que puede ser traumático o difícil de abordar”.

El tercer capítulo está relacionado con la aplicación de la música en el manejo del
dolor; “se proponen ciertas piezas musicales relacionadas con ecuaciones matemáticas que
permitan a los niños inducirse o llegar a un estado de relajación”.

Esto tiene que ver con los descubrimientos de que hay frecuencias musicales que ayudan a relajarse o que contribuyen a disminuir los síntomas de algunas enfermedades psicológicas.
El cuarto capítulo aborda la psicopedagogía hospitalaria, “una disciplina novedosa
en la que se toca el tema de la educación como algo prioritario para la calidad de vida de
los niños y las niñas en hospital, y como una necesidad fundamental que está basada en la
adquisición de habilidades para la vida”.

El quinto se relaciona con la aplicación de la tecnología en el área de la salud,
“también es una disciplina nueva que se incorpora a la parte clínica, en la cual la tecnología
se traslada al área de salud para coadyuvar con los tratamientos. La tecnología permite
sistematizar datos, reducir el tiempo de tratamiento y muchas veces mejorar los
procedimientos o maniobras clínicas a nivel psicoterapéutico, pero también a nivel
médico”.

El último tiene que ver con cuidados paliativos pediátricos. Dijo que el papel del
psicólogo en este tipo de cuidados “implica realizar la evaluación y tratamiento de
problemas emocionales, conductuales, sociales y espirituales de los niños, niñas y
adolescentes, sus familias y el equipo de salud, destacando la necesidad de adaptar dichas
acciones al nivel cognitivo del menor”.

Verónica Guzmán resaltó que, aunque el libro está dirigido a los profesionales del
área de la salud, a psicólogos educativos, a pedagogos y otros profesionales que convergen
en el área hospitalaria, puede ser leído por los padres de familia, “porque ellos también
requieren adquirir conocimientos para saber cómo cuidar a sus niños o niñas dentro de un
área hospitalaria”.

El libro, impreso en color por la Universidad de San Luis Potosí, incluye una gran
cantidad de dibujos y algunas partituras escritas por Davide R. Nicolini Pimazzoni y
Giannantonio Mutto, para ayudar a niñas, niños y adolescentes hospitalizados a sobrellevar
mejor su dolor.

Verónica Guzmán dijo que este trabajo es resultado de muchos expertos y expertas
que contribuyeron a la edición del libro, y del financiamiento que les otorgó la Universidad
de Colima a través del fondo PRODEP.

Colaboraron en el libro Óscar González, Benjamín Domínguez, Myriam Rebeca
Pérez, Évelyn Rodríguez, Héctor Resgardo, Davide Nicolini, Giannantonio Mutto, Emanuel
Zanfretta, Iván Ulianov, César Vázquez, Laura Sanely Gaytán, Armando Cruz, Daniel
Jaramillo, Luis Alberto Morales, Andrea Herrera, Frida Constanza Méndez, Nancy
Elizabeth Rangel, Vanessa Rodríguez y Aurora Torres.

En el prólogo del libro, Verónica Guzmán escribió: “No concibo una sociedad
indiferente al sufrimiento humano. Una sociedad deshumanizada en la que las personas
miran sin observar porque se guían por las formas y no pueden ver más allá; es decir, hacia lo profundo. No puedo vivir en una sociedad en la que lo más importante pasa ante los ojos de todos, pero sin mirarlo”.

Las y los interesados pueden descargar el libro en la plataforma ResearchGate, sólo
hay que teclear el nombre del texto y llenar el formulario que allí se les pide. En cuanto al
formato físico, adelantó que donará varios ejemplares a las bibliotecas de la UdeC.

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