Pese a complicaciones financieras nunca se trasladó la carga a la población.
El reordenamiento en las finanzas públicas, hizo posible que durante la administración de José Ignacio Peralta Sánchez, se pusieran en marcha nuevos programas sociales en beneficio de un mayor número de colimenses.
Además, en diferentes momentos de su gobierno, implementó medidas para apoyar la economía de los ciudadanos, como el 100 por ciento de subsidio en la tenencia vehicular; la no creación de nuevos impuestos ni el aumento de los ya existentes, así como tampoco se elevó el costo de los servicios y trámites de Gobierno.
En el año 2016, el titular del Ejecutivo dio a conocer su Plan de Austeridad y Eficiencia en el Gasto, en el que se estableció que las dependencias y entidades tuvieran como eje rector del gasto público, la austeridad, racionalidad y disciplina en su ejercicio.
Entre otras medidas, el Plan de Austeridad hace referencia al uso de los vehículos oficiales, los cuales están destinados a actividades propias de la institución, organismo o entidad, teniendo como prioridad la prestación de servicios directos en beneficio de la población y no para otro tipo de actividades.
Ordenó que los vehículos propiedad de Gobierno del Estado permanecieran resguardados en espacios oficiales después de la jornada de trabajo, los fines de semana, días festivos y períodos vacacionales, con excepción de los destinados a las áreas operativas de Seguridad Pública, Protección Civil y Procuración de Justicia.
En materia de comunicación social se racionalizó al máximo el gasto con una adecuada coordinación y programación del mismo.
De la misma forma, las dependencias y entidades hicieron más eficiente la organización interna, mediante el uso de las tecnologías de la información y comunicación para mejorar la capacidad de entrega y la calidad de los servicios públicos, generando ahorros en el corto, mediano y largo plazo, así como para promover la transparencia, participación y colaboración con la ciudadanía.
Las dependencias y entidades establecieron acciones específicas para generar ahorros en el consumo de energía eléctrica, de agua y servicio telefónico. Se implementó una estrategia de centralización de oficinas para disminuir el gasto en rentas.
Pese a la difícil situación financiera, la administración de José Ignacio Peralta Sánchez, nunca creó nuevos impuestos ni aumentó los existentes, por el contrario, se eliminó un impuesto y se implementaron subsidios para beneficiar la economía del contribuyente, sin afectar el trabajo de recaudación.
La política de recaudación benefició al contribuyente cumplido y a su economía familiar, al no crear ni aumentar impuestos, no obstante que la Secretaría de Hacienda recomendó estas acciones para mejorar los ingresos de las entidades.
El subsidio a la tenencia vehicular, implicó dejar de percibir mil 925 millones de pesos en los últimos 6 años, lo que demuestra que la política fiscal de la actual administración se centró en mejorar los mecanismos de recaudación, sin afectar el bolsillo de los contribuyentes, pues siempre se favoreció a quienes cumplían con sus obligaciones de pago.
El gobernador instruyó desde un inicio a los funcionarios a sumar esfuerzos para hacer más con menos y apretarse el cinturón, es decir, trabajar con austeridad, dada las disminuciones en recursos por parte del gobierno federal.
En lo que se refiere al ahorro en consumo de combustibles, únicamente se exceptuó de esta medida a las áreas que atienden programas sociales, Salud, Seguridad Pública y Protección Civil.
Cabe recordar que desde el inicio del actual gobierno se cancelaron pagos por servicios de telefonía celular, se vendió el avión que era propiedad del gobierno y con ello se logró el fortalecimiento del Sector Salud y el remozamiento de algunos espacios deportivos.
De igual forma, el recurso obtenido no fue destinado a gasto corriente; se garantizó la transparencia de compra, venta y administración de los recursos y la inversión fue en beneficio de las familias del Estado.