Como parte de la Semana Nacional contra la Trata de Personas, el Centro Universitario
de Estudios de género de la UdeC organizó la conferencia: “Trata de personas en la Pandemia”.

En la trata de personas, “las víctimas se convierten en propiedad de los tratantes, por
lo que hay un mínimo o nulo respeto por los derechos humanos y la dignidad de la gente”,
aseguró Griselda Rodríguez Salazar, coordinadora general del Comité Interinstitucional
para la Atención a Víctimas de Trata de Personas en el Estado de Colima, durante la charla
virtual “Trata de personas en la Pandemia”, realizada este miércoles con motivo de la
Onceava Semana Nacional Contra la Trata de Personas La charla, organizada por el Centro Universitario de Estudios de Género (CUEG) de la Universidad de Colima, estuvo dirigida a jóvenes de bachillerato de esta casa de estudios.

En ella, Griselda Rodríguez definió la trata de personas como la comercialización de seres
humanos con fines de explotación. Para que ésta se dé, explicó, debe existir un tratante o
enganchador, una víctima y un cliente o consumidor.

Las víctimas de trata, agregó, “puede ser cualquier persona; sin embargo, se ha
evidenciado que los grupos más vulnerables son las mujeres, niñas, niños, adolescentes,
indígenas y personas migrantes, quienes mediante mecanismos de control como amenazas,
represalias, chantaje o aislamiento social, así como el suministro de drogas o alcohol y el
uso de la violencia, son privados de su libertad. También a través de engaños, ofertas de
trabajo, secuestro o seducción”.

La maestra Rodríguez Salazar dijo que, durante la pandemia, “los traficantes de
personas se adaptaron rápidamente a la llamada ‘nueva normalidad’ sirviéndose de las
redes sociales aún más de lo que lo hacían para captar y explotar a sus víctimas”. En
México, compartió, un informe de Trata de Personas 2019-2020 señala que “durante la
contingencia sanitaria, los delincuentes utilizaron las redes sociales en un 22% de los casos
como medio para enganchar a personas vulnerables; los delitos van desde prostitución,
trabajos forzados y el uso de menores, hasta la adopción ilegal”.

Antes de concluir su charla, Griselda Rodríguez exhortó a los jóvenes a que sean
más cuidadosos a la hora de publicar fotos en las redes sociales o de compartir su
ubicación; “en la pandemia estamos más inmersos en los medios digitales y eso los vuelve
más vulnerables. Estén alertas, abran los ojos, el delito de trata existe, no sólo en las
películas o en otros estados, lamentablemente también aquí en Colima”.

En su intervención, Azucena Evangelista Salazar, directora del CUEG, agradeció a
Griselda Rodríguez por su ponencia, y a los jóvenes les dijo que es importante tomar en
cuenta la información compartida “porque cualquiera de nosotros o nosotras puede ser
víctima de la trata o también testigos de un caso de estos”. Destacó que habían considerado unas 300 personas conectadas, pero que habían llegado a 900, “señal de que es un tema que despierta el interés de todas y todos y al que debemos estar atentos”

Por Noticias