·         Se trató de una cirugía de suma complejidad y riesgo debido a que la menor en dos ocasiones había sido intervenida a corazón abierto.

·         En 48 horas egresó a su domicilio, en un ejido de Matamoros, donde la esperaban su hermana menor y su abuela.

·         La UMAE No. 71 se suma a los grandes centros médicos del país en donde se realizan procedimientos de este tipo.

 

En un complejo y riesgoso intervencionismo cardiaco conocido como cateterismo, doctores de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) No. 71, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila, colocaron con éxito la primera válvula pulmonar en la historia de este centro médico y salvaron la vida a una niña de diez años, que en dos ocasiones había sido sometida a cirugía de corazón abierto.

 

El jefe del departamento de hemodinamia, doctor Alberto Bazzoni Ruiz, explicó que Camila nació con un defecto congénito poco frecuente y potencialmente mortal conocido como tetralogía de fallot con agenesia pulmonar: tenía defectos en los ventrículos y le faltaba el conducto que lleva la sangre del corazón a los pulmones para oxigenarse.

 

En el año 2011 fue sometida a una primera cirugía en la que corrigieron las anomalías cardiacas. En el 2015 le implantaron una válvula biológica que presentó falla. En junio de este año arribó a la UMAE No. 71 con dificultad respiratoria derivada de una obstrucción e insuficiencia en el conducto pulmonar y entonces comenzó el reto.

 

El cardiólogo intervencionista con especialidad en cardiopatía congénita y estructural Roberto de Jesús Alvarenga, señaló que la infrecuencia y complejidad en su manejo, convierten a esta malformación (tetralogía de fallot con agenesia pulmonar) en todo desafío para la comunidad médica.

 

“Al poner en la balanza los antecedentes de la niña, en conjunto con la literatura médica, consideramos que no resistiría una tercera cirugía de corazón abierto y aunque el intervencionismo era una opción de muy alta complejidad y peligro se trataba de la única alternativa viable”, abundó.

 

Explicó que las opciones eran introducir un catéter por la ingle -a través de la arteria femoral- llegar al corazón y colocar un nuevo conducto dentro del dispositivo disfuncional. En caso de que ello no fuera posible, la segunda alternativa era “romper” la válvula existente por medio de un balón de alta presión e instalar una nueva.

 

El 6 de septiembre se realizó el intervencionismo. Se trató de un procedimiento difícil y sumamente riesgoso que gracias al expertiz de los médicos y a la tecnología con la que cuenta la UMAE No. 71 del Seguro Social, resultó exitoso al “desbaratar” el dispositivo que se tenía y lograr la implantación de uno nuevo.

 

Camila egresó en menos de 48 horas. En el exterior del hospital la esperaban su papá, de nombre David, quien labora como operario de una maquiladora, mientras que en casa, en el ejido Rancho Grande, municipio de Matamoros, aguardaban su hermana menor y su abuela.

 

La historia clínica fue presentada en un congreso de talla internacional llamado “Imagen, Tecnología e Intervención Cardiovascular” que se desarrolló del 22 al 25 de septiembre de este año.

Este procedimiento se realiza de manera habitual en los Estados Unidos, Europa y en los grandes centros médicos del IMSS en el país, a los que ahora se suma el Hospital de Especialidades No. 71.

“Excelente Servicio”: mamá de Camila.

 

“Mi hija ha tenido las mejores atenciones y cuidados, los doctores se han portado muy bien con ella y en todo momento han estado conmigo. Es un excelente servicio”, dijo Norma, mamá de Camila, quien es ama de casa y en ocasiones vende gorditas y pan de horno.

 

Expuso que cuando nació su hija las cosas eran muy difíciles para la familia ya que ante cualquier estudio tenían que trasladarse a Monterrey y gastar en comida y hospedaje; ahora todo fue más fácil y cómodo: “Es una bendición tener el hospital tan cerca y que aquí puedan realizar esto”.

 

Aseguró que siempre tuvo confianza en los especialistas. Sabía que el procedimiento médico era de mucho riesgo pero se garró de la fe. Desde el primer momento le aclararon todas sus dudas y en general todo el personal de la UMAE No. 71 se mostró atento y cariñoso.

 

A un mes de la cirugía dijo que Camila ha regresado a la escuela de educación especial, juega con su hermana y realiza su vida con calidad, gracias a la intervención que le practicaron.

Por Noticias