*“Mejorando la calidad de los programas encaminados a la formación de ciudadanos
responsables, promoviendo hábitos de vida saludables, difundiendo el conocimiento y
estableciendo un esquema de apoyo a sectores sociales”, aseguró Christian Torres Ortiz.
En el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama, este martes la
Universidad de Colima ofreció a Estudiantes, trabajadores y funcionarios la conferencia
virtual “Cáncer de mama. Situación global en Latinoamérica, abordaje psicoemocional y
estilo de vida”, impartida por Juan Enrique Bargalló Rocha, jefe del Departamento de
Tumores de Mama del Instituto Nacional de Cancerología, y Mónica Ramírez Orozco,
psicóloga del Instituto Nacional de Cancerología.
Al dar la bienvenida a esta conferencia, el rector de la Universidad de Colima, Dr.
Christian Jorge Torres Ortiz Zermeño resaltó que la Universidad “tiene la responsabilidad
de contribuir con otros organismos para crear conciencia sobre la preservación de la salud,
y especialmente sobre el cáncer de mama, pues representa uno de los problemas con mayor incidencia en mujeres”.
En este sentido, comentó cómo la UdeC ha venido trabajando en mejorar la calidad
de los programas encaminados a la formación de ciudadanos responsables, promoviendo
hábitos de vida saludables que fomenten la cultura física y el deporte como parte de la
formación integral, difundiendo el conocimiento que se genera y estableciendo un esquema
de apoyo a los sectores sociales, del cual forma parte el Voluntariado Universitario.
Christian Torres-Ortiz mencionó que para enfrentar problemas de esa naturaleza la
casa de estudios colabora con los diferentes ámbitos de gobierno y al interior de la propia
institución, como es el caso recientemente de la reactivación de los Comités de Salud, para
acrecentar los esfuerzos de promoción de los entornos saludables más allá de los campus:
“Este día -finalizó- nos unimos a la cruzada contra el cáncer de mama mediante espacios
para informar a la comunidad, en voz de experimentados especialistas, sobre la importancia de prevenir este padecimiento y las posibilidades que tenemos para disminuir el riesgo”.
En su intervención, Blanca Liliana Díaz Vázquez, presidenta del Voluntariado
Universitario dijo que, igual que cada año, la Universidad se suma a esta iniciativa “para
crear conciencia sobre la prevención y detección oportuna de este padecimiento, que tan
sólo en 2020 registró 2.3 millones de nuevos casos, así como al apoyo requerido a quienes
cursan esta enfermedad”.
El objetivo de esta campaña, continuó, es brindar información que permita a la
comunidad actuar a nivel personal y colectivo para generar estilos vida saludables; “con la suma de acciones individuales, familiares y comunitarias, contribuimos a la implantación
de una cultura del autocuidado para una salud integral que trascienda los espacios
universitarios y mejore los factores de bienestar en nuestra sociedad”.
En la conferencia, Juan Enrique Bargalló, del Instituto Nacional de Cancerología,
dijo que el precio de vivir más y de tener acceso a un sistema de salud y educación “nos
permite la longevidad”. Comentó que en Estados Unidos, la posibilidad de supervivencia
por esta enfermedad es sumamente cara, mientras que Brasil invierte la mitad de dinero y
su nivel de supervivencia es casi igual. Por lo tanto, enfatizó, “no es sólo invertir más sino
sabiamente; debemos tener esta reflexión en todos los niveles: educativos, preventivos y
personales”.
En este sentido, dijo que este problema de salud pública es prevenible y modificable
si se entienden los factores de riesgo y se atiende la detección oportuna: “El cáncer de
mama es un grupo heterogéneo de enfermedades con diferentes características biológicas,
porque cada célula tiene un comportamiento diferente”.
Así pues, dijo, la mamografía o mastografía es la piedra angular en los últimos 30
años si el cáncer se encuentra en fase preclínica o inicial; sin embargo, cuando el tumor es
palpable, la enfermedad se complica: “Entre más temprano encontramos las células
cancerígenas, se tendrán más posibilidades de éxito”, enfatizó.
Expuso que existen factores internos y externos que causan la transformación de la
célula normal en cancerígena, como la edad y el sexo. Hay, agregó, riesgos modificables,
como la ingesta de alcohol, el tabaquismo, la obesidad, inactividad física, la exposición a
radiaciones y el trabajo nocturno, que aumentan las posibilidades de tener cáncer, mientras
que la actividad física y la lactancia lo previenen.
Por su parte, Mónica Ramírez comentó que la enfermedad conlleva diferentes afectaciones, no sólo a nivel físico sino también en el psicológico, emocional, familiar y laboral, pues impacta en diferentes áreas de la vida; por fortuna, agregó, “hoy en día tenemos mayores tasas de supervivencia; entre el 60 o 90% de las mujeres que enfrentan esta enfermedad, tendrán una vida larga”. También dijo que hay afectaciones psicológicas durante la enfermedad, pues se vive un duelo inevitable, y que un tercio de las pacientes sufre algún desorden mental como trastornos adaptativos, depresión y ansiedad.
De mismo modo, comentó que es necesaria la atención psicológica general e
individualizada de acuerdo a la paciente y su pronóstico: “Las pacientes, desde el inicio,
presentan síntomas psicológicos elevados, altos niveles de ansiedad y depresión, y se
mantendrán altos durante el proceso de la enfermedad, hasta la fase de supervivencia; ellas requieren mayor atención”, explicó.
En la trayectoria alargada, continuó, “al principio las pacientes parecen afrontar la
situación de manera positiva, y más o menos a la mitad de los tratamientos, incluso casi en
la fase de supervivencia, generan algunos síntomas psicológicos que pueden llegar a ser
graves. A ellas hay que vigilarlas y no las podemos perder de vista”.
En la trayectoria de recuperación, siguió, “empiezan con altos síntomas, el proceso
de diagnóstico es más complicado, y hay que ayudarlas a procesar el diagnóstico y la
llegada de la enfermedad. Conforme enfrentan la enfermedad y se recuperan, la
sintomatología psicológica va desapareciendo”. En la trayectoria de resiliencia, las
pacientes enfrentan la enfermedad de manera más o menos estable desde el principio hasta el final, sin mayores síntomas psicológicos.
En esta conferencia virtual también estuvieron conectados y conectadas Leticia
Delgado Carrillo, secretaria de Salud y Bienestar Social de Colima; Joel Nino, secretario
general de la UdeC; Martha A. Magaña Echeverría, coordinadora general de Docencia;
Susana Preciado, directora general de Educación Superior y Martín Robles de Anda,
director general de Educación Media Superior, entre otros funcionarios.