*Esto mediante un proyecto desarrollado por Bayan Chávez, quien estudia la Maestría
Interinstitucional en Producción Pecuaria de la Faculta de Medicina Veterinaria y

Zootecnia de la UdeC, campus Tecomán.

Con su proyecto de investigación: “Prevalencia de leptospirosis en ovinos del estado
de Colima, México”, Brayan Jossué Chávez Ramírez busca determinar la presencia en la
entidad de esta bacteria, asociada con enfermedades de tipo reproductivo en animales, para
que los productores locales puedan prevenirla y la sociedad tenga acceso a carne inocua,
libre de cualquier patógeno.
Brayan Chávez estudia la Maestría Interinstitucional en Producción Pecuaria que
ofrece la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de Colima,
campus Tecomán.
En entrevista, explicó que la Leptospira es una bacteria que se encuentra en todo el
mundo, que prolifera en climas cálidos y tropicales y afecta a la mayoría de las especies
domésticas (caninos, felinos, equinos), a especies productivas como los bovinos, caprinos,
ovinos, cerdos, aves, algunas aves silvestres y animales salvajes como coyotes, mapaches,
venados, zorros etc., siendo las ratas el principal hospedero de esta enfermedad.
Con su proyecto, explicó, busca determinar la prevalencia de Leptospira en Colima;
“en el país sólo se encuentra un trabajo publicado sobre leptospirosis en ovinos, realizado
en Nuevo León, donde se encontró una prevalencia del 12.5% a cuarto serovariedades
(Hardjo, icterohaemorrhagiae, Bratislava y pomona), lo que significa una alerta para la
población, por lo que en Colima queremos identificar la prevalencia que hay de esta
bacteria”. En el mundo se han detectado más de 280 serovariedades del género leptospira.
Precisó que los principales signos clínicos que se asocian a esta enfermedad son de
tipo reproductivo, por ejemplo, abortos, mortinatos, momificaciones, y en machos llega a
ocasionar esterilidad. Los órganos más dañados son los riñones e hígado; “las lesiones más
características en hígado son necrosis con hemorragias de tipo multifocal y en riñón
ocasiona una nefritis o inflamación de tipo intersticial”.
Agregó que los métodos de diagnóstico más utilizados para la detección de
Leptospira son el aislamiento bacteriológico, pruebas serológicas como ELISA,
inmunofluorescencia, microaglutinación en placa y pruebas moleculares como la PCR.
Adelantó que quiere dar a conocer esta enfermedad a los productores locales con el
apoyo de pláticas, folletos, de las redes sociales y de asociaciones de ovinocultores; “darles

información sobre los factores de riesgo que predisponen la presencia de esta enfermedad.
Además, podemos informar al personal del rastro sobre las medidas que deben tomar
cuando trabajan con una especia contaminada, evitando así poner en riesgo a los
consumidores, ya que es una enfermedad zoonótica (que se transmiten entre los animales y
el hombre)”.
En el ser humano, este microorganismo puede provocar trastornos patológicos como
fiebre, cefalea, dolores musculares y articulares, tos, derrame y hemorragia conjuntival,
náuseas, vómito, ictericia y afecciones de riñón e hígado. A esta enfermedad se la conoce
también como Síndrome de Weil, Fiebre de los arrozales, Fiebre de los cañaverales o
Fiebre de los pantanos. En México, 75% de los estados han reportado casos en humanos. Se
presenta durante todo el año, pero con mayor frecuencia en época de lluvias.
Chávez Ramírez comentó que “nosotros, como médicos veterinarios, buscamos
proporcionar a la sociedad carne inocua libre de cualquier patógeno y eso se trabaja desde
las unidades de producción, implementando las diferentes medidas de prevención y control
para ésta y otras enfermedades”.
Por último, dijo que una medida de prevención es evitar encharcamientos cerca de
las granjas; “la bacteria puede subsistir durante largos periodos en estas condiciones, por lo
que dar mantenimiento constante al drenaje de las unidades de producción evitará la
presencia de roedores (ratas), ayudando de a evitar esta enfermedad”.

Por Noticias