Germán Ruiz, Yadira Mavarro y Rubén Edel Navarro, investigadores de la UAM, Puebla
y la Universidad Veracruzana, hablaron de las “Experiencias de la enseñanza mediada
por tecnología en el nivel superior”, en la Jornadas Académicas 2022.
Germán Ruiz Méndez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana
(UAM), dijo que en América Latina, con el cierre de las universidades, se afectó a más de
26 millones de alumnos; “algunas instituciones han considerado regresar y otras todavía
tienen mucha resistencia. Lamentablemente México ocupa los últimos lugares en temas
educativos y los primeros en tener más días de cierre del total de escuelas”.
Agregó que, en los meses de la pandemia, la Asociación Nacional de Universidades
e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y las propias casas de estudo diseñaron
protocolos, lineamientos y planes de contingencia, “pero ahora tenemos que hacerlo con
mayor profundidad, pues fuimos de los primeros países de América Latina que cerramos las
escuelas. Llevamos tres temporadas de aprender en casa y las consecuencias que esto tiene en el aprendizaje son muchas; hay estudios que visualizan una pérdida del aprendizaje.
Hablamos de casi tres años en que estamos perdiendo calidad y contenidos educativos”.
Lo más importantes, finalizó, “es el retorno a las actividades presenciales para
empezar a generar un vínculo con la comunidad educativa, poder recuperar aprendizajes,
restablecer programas de recuperación del aprendizaje y sobre todo para restaurar la salud
emocional, que se ha visto deteriorada en estos dos años de pandemia”.
Germán Ruiz, junto Yadira Navarro Rangel, investigadora de la Universidad
Autónoma de Puebla y Rubén Edel Navarro, vicerrector de la Universidad Veracruzana,
participaron esta semana en el conversatorio en línea: “Experiencias de la enseñanza
mediada por tecnología en el nivel superior”, como parte de las Jornadas Académicas 2022
de la Universidad de Colima, planeadas para capacitar y actualizar a los docentes.
En su turno, Yadira Navarro dijo que ellos tuvieron que reorganizarse para atender
el reto que presentó la pandemia; “ha sido un proceso incierto, al principio creímos que la
pandemia duraría un par de meses, y eso nos hizo perder tiempo para organizarnos mejor en el tema educativo”.
Agregó que la propuesta de continuidad académica hecha por la ANUIES trató de
dar rumbo a las universidades, “en algunos casos fue fácil porque se tenía la infraestructura y había las habilidades tecnológicas suficientes, pero una buena parte de las instituciones de educación superior sí se vio afectada al paralizarse y esperar a ver qué pasaba”. Durante estos casi dos años de pandemia, señaló, “los que se resistían en reconocer las bondades de la tecnología ahora utilizan la mediación tecnológica y han entendido que ésta llegó para quedarse; más para quedarse, llegó para resolver problemas, aunque la tecnología por sí misma no es todo y tampoco va resolverlo todo”.
Yadira Navarro comentó que lo que están haciendo no es educación a distancia sino
“atendiendo una emergencia remota a distancia; eso marca diferencias importantes. Si
hubiéramos tenido el tiempo y las posibilidades de convertir nuestros programas
presenciales a la modalidad mixta, podríamos haber avanzado más. El reto fue reconocer
que la mediación tecnológica puede ayudar a resolver éste y más problemas”.
Concluyó diciendo que esta nueva forma de trabajar les mostró que no
necesariamente los contenidos disciplinarios como se venían trabajando en lo presencial
eran los más adecuados, “en algunos casos nos sorprendió ver que eran contenidos
obsoletos, actividades poco relevantes; verlos en la pantalla es distinto, los alumnos tenían
más elementos para juzgar lo que se le estaba ofreciendo”.
Por su parte, Rubén Edel manifestó que en su universidad se tuvo que realizar un
aprendizaje acelerado para dar respuesta a las necesidades que trajo la pandemia; “también se tuvo mucha incertidumbre, pero ésta fue una excelente oportunidad para repensarnos en nuestros procesos y servicios educativos de calidad como institución”.
Señaló que la transformación de la actividad académica por parte de profesores y
estudiantes ha sido uno de los principales retos; “cuando hablamos de las competencias
digitales docentes también se tiene que hablar de la competencia digital de los estudiantes,
de los administrativos y los tomadores de decisiones, porque las universidades se pueden
equipar con tecnología, pero si no se tiene claridad, procesos pedagógicos y compromiso
para el desarrollo cognitivo de nuestros estudiantes, de poco nos va servir”.
Finalmente, Rubén Edel dijo que los costos de la pandemia son elevados; “se tienen
costos sociales en el desarrollo de las competencias profesionales; qué vamos a recibir en el futuro en las instituciones de educación superior en cuanto a competencias de nuestros
futuros estudiantes, pero también qué vamos a egresar o que estamos egresando, porque
hay áreas del conocimiento muy sensible donde el desarrollo práctico es básico”.