Para Luciano Concheiro, subsecretario de Educación Superior del Gobierno de México, volver a clases presenciales representa la mejor manera de controlar la pandemia; “hay que entender que se requiere renovar la conciencia crítica sobre lo que es el Coivd-19 y que la disciplina consciente es fundamental en este momento”.

Entrevistado en el Centro Estatal de Artes en el municipio de Comala, luego de que el funcionario federal encabezara junto con la gobernadora Indira Vizcaíno las asambleas regionales hacia la construcción de la Universidad Intercultural de Colima, explicó que “los jóvenes, nuestros profesores, los trabajadores administrativos, pero sobre todo los jóvenes, han llegado a un límite en su salud mental, en términos de lo que para ellos representa seguir perdiendo clases presenciales, porque la presencialidad es fundamental para la educación”.

Asimismo, recalcó que la educación es sociabilidad, “representa una construcción cultural general, si no es en interacción con otros jóvenes, profesores, es imposible construir desde nuestras casas todos aquellos elementos que requerimos, sobre todo en aquellas carreras que requieren profesionalización… podemos enseñar toda la teoría que queramos a distancia, tomar ciertos elementos de habilidades mediante simuladores, pero finalmente, si un médico no conoce a los pacientes, si no socializa, es imposible que acabe formándose”.

Calificó los casi 2 años que llevamos en pandemia como “brutales” en términos de educación; “ya hemos llegado al límite”.

Destacó que la presencialidad sirve también para retener a los jóvenes, pues hasta el momento “la pérdida de estudiantes es de 300 mil en todo el país, esto sobre 5 millones de alumnos”.

“Requerimos que se entienda que cuidándome yo, cuido a los demás. Construir una estrategia para seguir con nuestras vidas, porque estamos ya en un punto muy difícil”, sentenció.

Sobre el adeudo a la Universidad de Colima que el anterior Gobierno heredó a la actual administración, aseguró que “el abandono en el que estaba sumida la Universidad era ya un desastre. El Gobierno del estado tenía desde mayo sin pagarle a la Universidad, la parte federal se siguió recibiendo, pero la UdeC se comió sus ahorros”.

Finalmente, destacó la conciencia que generó la gobernadora Indira Vizcaíno sobre la situación que estaba atravesando la UdeC, a la que calificó como la principal institución del estado a nivel superior, lo que a su parecer permitió una salida y “encuentro hasta un entusiasmo del propio Rector Christian Torres Ortiz y de los universitarios, por recobrar su perspectiva”.

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