*El biólogo evolutivo estadounidense dictó conferencia virtual en el marco del XIII
Coloquio Internacional de Género que organizó la Red Centro-Occidente de la ANUIES.
En estos días, de manera virtual, el biólogo evolutivo estadounidense y estudioso
del comportamiento humano, Randy Thornhill, expuso en conferencia los aspectos
biológicos que se ponen en juego cuando se elige pareja: la simetría facial y corporal, el
ciclo hormonal de la mujer, la ornamentación y el olor de los hombres.
Su conferencia: “La evolución de la sexualidad dual de las mujeres. Estro y
sexualidad extendida”, fue impartida en el marco del XIII Coloquio Internacional de
Género que organizó la Red Centro-Occidente de la ANUIES.
En inglés y con traducción al español en otra sala virtual, Randy Thornhill habló de
diversos estudios que analizaron cómo las mujeres perciben y responden estratégicamente
en su periodo fértil, al preferir rasgos específicos de ciertos hombres, “tal vez relacionados
ancestralmente con una alta calidad genética”.
Otros estudios recientes, continuó, “indican que la sexualidad extendida de las
mujeres funciona para asegurar beneficios de material no genético de los hombres a cambio del acceso sexual”.
Además, dijo que los estudios de investigación que mencionó muestran cómo las
mujeres prefieren sexualmente, en la fase lútea, los rostros masculinos relativamente
feminizados, de hombres con recursos (riqueza), sobre la creatividad masculina y rasgos
masculinos asociados con la preferencia de pareja a largo plazo como la amabilidad,
cooperación y la buena crianza.
La fase lútea es el tiempo entre la ovulación y el inicio de la menstruación siguiente,
cuando el cuerpo se prepara para un posible embarazo.
Mostró un experimento donde dieron a oler camisetas que habían usado distintos
hombres a una serie de mujeres. Explicó que cada una de ellas tenía que elegir la camiseta
cuyo olor le parecía más atractivo. Las mujeres las ordenaron en función de su atractivo,
que resultó relacionado con el grado de simetría de los hombres, porque los olores más
atractivos procedían de individuos más simétricos.
Al finalizar la ponencia sobre este tema que resultó polémico para muchas
asistentes, la coordinadora de la Red de Género, Inclusión y Equidad social de la Región
Centro Occidente de la ANUIES, Alma Rosa Ayala Virelas recomendó dialogar entre distintos temas de investigación, “porque no se puede negar que en lo biológico hay un gran
predominio de nuestros comportamientos, de nuestra percepción de la vida, incluso cuando
no lo tengamos presente de una forma consciente”.
Ayala Virelas dijo que “hay un momento en que la biología impacta en las
hormonas y que puede tener una influencia, aunque no de manera consciente”. Sobre las
investigaciones del Dr. Thornhill dijo que “son importantes porque precisamente
necesitamos dialogar con otras áreas y saber qué hacen los biólogos; que entendamos que
esta perspectiva, aunque muy purista, tiene que ver con otra forma de pensamiento”.
La perspectiva de género, continuó la experta, “tiene cierta animosidad en contra de
lo masculino porque se ha identificado con violencia, imposición, fuerza y dominio, con lo
cual no estamos de acuerdo”. Recordó la más reciente discusión del deporte internacional,
donde existe un tema de personas transgénero, en el que un hombre se asume como mujer para competir en la selección femenina y donde obtuvo una posición relevante por ello. “Entendemos -dijo por último Ayala Virelas- que lo masculino representa una
fuerza mayor; esa parte biológica no se puede negar. Entonces, la idea es ir hacia el
diálogo, no es cerrar las puertas a las personas transgénero en competencias deportivas.
Sin embargo, sí está demostrada una desigualdad en las competencias físicas; podemos negar este hecho, pero no le estaríamos dando su lugar a la realidad”.