Foro Internacional de Tsunamis costa de México, evento que organizó la Coordinación
Nacional de Protección Civil y el Centro Nacional de Prevención de Desastres.


Este fin de semana, el Dr. Raymundo Padilla Lozoya participó con su ponencia
“Memoria Histórica de los tsunamis en México”, en el Foro Internacional de Tsunamis costa
de México, que organizaron la Coordinación Nacional de Protección Civil y el Centro
Nacional de Prevención de Desastres en conmemoración del Día Mundial de Concienciación
sobre Tsunamis 2022.


El objetivo de esta ponencia, dijo Padilla Lozoya, “es mostrar que la memoria
histórica aporta información para comprender la amenaza y los impactos de los tsunamis que
se han presentado en México, y que dicha memoria es la puerta de acceso para comprender
mejor las respuestas sociales ante los tsunamis y sus impactos”.


Al iniciar su exposición, comentó que la historia en común entre México y Japón
inició en 1597, pues debido a varios desastres, el emperador Toyotomi Hideyoshi ordenó
ejecutar a un grupo de franciscanos, entre ellos a Felipe de la Casas Martínez: “Esto nos habla
de cómo influyen los fenómenos naturales en aspectos de la cultura desde el pasado hasta
nuestros días; es un claro ejemplo de un vehículo de la memoria, como le llamamos los
historiadores”.


Mencionó que los historiadores han estudiado los sucesos de los tsunamis de 1787,
1816 y 1932 en Cuyutlán, Armería, y que en este último ya se contaba con instrumentos de
medición: “La memoria histórica en este caso se asocia a relatos de sobrevivientes y también
se vincula a fotografías y periódicos porque ilustran las afectaciones en viviendas y en la zona
de Cuyutlán”.


Agregó que el conocimiento del riesgo no sólo se basa en instrumentos de monitoreo
y aparatos electrónicos, sino que se constituye por s factores sociales como la percepción y
cómo la gente se relaciona con cierto peligro: “En cuánto a percepción es importante conocer
las representaciones más importantes de una comunidad con relación a una amenaza, por
ejemplo, cómo se le brinda tributo a la Virgen de la Candelaria el 2 de febrero, para
conmemorarla, y también para agradecerle los favores recibidos, sobre todo los asociados con
el tsunami de 22 de junio de 1932”.
Estos espacios, argumentó, “se pueden aprovechar para proporcionar información de
calidad a estas personas y no dejarles sólo con la decisión en un aspecto subjetivo, religioso,
sino promover acciones específicas para prevenir el riesgo por los tsunamis en la zona”. Así,
postuló, “la memoria histórica de desastres es una aliada imprescindible de la gestión integral

de riesgos: “Es útil cuando se le vincula con acciones preventivas, porque se gesta en el
interior de la comunidad”, sostuvo.


“Los vehículos de la memoria, por sí mismos, son insuficientes para concientizar a la
sociedad e impulsar acciones preventivas; es necesario que la autoridad los impulse, perpetúe,
magnifique y socialice. La memoria histórica debe usarse para motivar la acción proactiva
basada en la experiencia que brinda la historia. Tenemos como referente lo que ocurrió en
Chile, durante el sismo y el tsunami, pues la memoria histórica colectiva previno un mayor
número de muertos ante el tsunami de 2010”.


Resaltó que hay dos caminos: acostumbrarnos a la cultura de los desastres que se
presentan frecuentemente o desarrollar una cultura preventiva; “a mexicanos y japoneses nos
unen experiencias y memorias de tsunamis; además, en ambas culturas sabemos que el nuevo
desastre comienza cuando empezamos a olvidar el último. El olvido nos hace vulnerables,
mientras que la memoria nos previene sobre los hechos más importantes que no debemos
olvidar”.


En este evento también participaron Yoshihiro Ito y Natsumi Okada, investigadores
del Centro de Investigación para la Prevención de Desastres de la Universidad de Kioto,
Japón; Genta Nakano, investigador del Centro de Investigación para la Prevención de
Desastres de la Universidad de Kioto, Japón; Enrique Guevara, director general del
Cenapred; Óscar Zepeda Ramos, director general de Protección Civil de la CNPC, y Miguel
Ángel Reyes, director del Centro de Alerta de Tsunamis de la Secretaría de Marina.


Ellos y ellas abordaron el fenómeno de los tsunamis en México, las herramientas
preventivas y de preparación para afrontar este riesgo y formularon propuestas para mejorar
la gobernanza y el conocimiento del riesgo con base en las experiencias de Japón y México.

Por Noticias