El astronauta de la NASA Frank Rubio flota dentro de la cúpula, la “ventana al mundo” de la Estación Espacial Internacional.
Crédito: NASA
El astronauta de la NASA Frank Rubio estableció un nuevo récord el lunes 11 de septiembre para el vuelo espacial individual más largo realizado por un astronauta estadounidense, y su misión aún no ha terminado.
Rubio llegó a bordo de la Estación Espacial Internacional el 21 de septiembre de 2022 y tiene programado regresar a la Tierra el miércoles 27 de septiembre, después de pasar 371 días en la órbita terrestre baja. Su misión romperá por 16 días el récord anterior, que mantenía el astronauta de la NASA Mark Vande Hei. También será la primera vez que un astronauta estadounidense haya pasado más de un año en el espacio en una sola misión.
Originalmente, Rubio tenía programado pasar seis meses en el espacio antes de que su misión se extendiera a más de un año. Rubio regresará en una nave espacial Soyuz de Roscosmos con los cosmonautas Sergey Prokopyev y Dmitri Petelin.
A lo largo de su misión récord, Rubio contribuyó a varios experimentos científicos, entre los que se incluyen seis estudios orientados a comprender cómo los vuelos espaciales afectan la fisiología y la psicología humana.
“Cada día que estamos aquí, conocemos un poco más sobre cómo responde el cuerpo humano en el espacio”, explicó Rubio. “Continuamos haciendo estudios sobre la estación que nos ayudarán cuando sigamos explorando cada vez más profundo en nuestro sistema solar”.
Rubio es el primer astronauta en participar en un estudio que examina cómo el ejercicio con equipo de gimnasio limitado afecta el cuerpo humano. Reconociendo que los miembros de la tripulación que viajan a la Luna y a otros lugares no tendrán suficiente espacio en su nave espacial para una cinta caminadora, los investigadores están ansiosos por determinar si otros regímenes de ejercicio podrían mantener saludables a las tripulaciones en misiones largas. De modo que, en lugar de correr en la cinta caminadora de la estación espacial, Rubio solo hacía ejercicio en la bicicleta y en la máquina de levantamiento de pesas de la estación espacial.
También es uno de los pocos astronautas que ayudan a los investigadores a poner a prueba si una dieta mejorada para vuelos espaciales puede ayudar a los humanos a adaptarse mejor a la vida en el espacio. Para este estudio, Rubio se reunió con un especialista con el fin de crear una dieta personalizada cargada de nutrientes, con énfasis en alimentos como frutas, verduras y pescado. Los científicos evaluarán si el consumo de esta dieta aumentó su inmunidad y mejoró el funcionamiento de su microbiota intestinal.
Para otro experimento, Rubio ayudó a cultivar y monitorear las verduras producidas en el Sistema de Producción de Vegetales de la estación espacial, conocido como Veggie. Las futuras misiones al espacio profundo requerirán que los astronautas cultiven alimentos frescos en el espacio como alternativa a los alimentos preenvasados. Este estudio de Veggie evalúa los protocolos para cultivar vegetales en el espacio y si las plantas cultivadas en microgravedad pueden ayudar a satisfacer las necesidades dietéticas de los astronautas en misiones de vuelos espaciales más distantes.
Rubio también proporcionó muestras biológicas, completó encuestas y realizó pruebas para un estudio que recopila un conjunto básico de mediciones de astronautas, llamado Medidas Estándares de Vuelos Espaciales. Estas mediciones sirven como punto de referencia para determinar cómo reaccionan a los vuelos espaciales diferentes sistemas del cuerpo, desde la cognición humana hasta el sistema inmunitario. Otras muestras biológicas se congelarán y almacenarán para futuros estudios de ciencias biológicas.
Después de su regreso, Rubio proporcionará a los investigadores comentarios sobre cualquier lesión, como moretones, que pueda adquirir debido a las fuerzas del aterrizaje en la nave espacial Soyuz. Sus comentarios proporcionarán información sobre si las misiones de vuelos espaciales prolongados hacen que las personas sean más vulnerables a las lesiones. Dicha información se utilizará para mejorar el diseño y los sistemas de aterrizaje de futuras naves espaciales.
“Nuestra comprensión de cómo los vuelos espaciales afectan al cuerpo humano se limita principalmente a los astronautas en misiones de corta duración durante los días del transbordador y a los miembros de la tripulación en misiones de seis meses a bordo de la estación espacial”, dijo Steven H. Platts, jefe científico del Programa de Investigación Humana de la NASA, el cual busca comprender cómo el cuerpo humano se adapta a las misiones espaciales de larga duración. Cuando es necesario, el programa también desarrolla estrategias que previenen o atienden posibles afecciones de salud en los vuelos espaciales. “Las contribuciones de Rubio”, señaló Platts, “proporcionan información valiosa que será utilizada para ayudar a mantener a los astronautas lo más saludables posible en misiones cada vez más largas a la Luna, Marte y más allá”.
El Programa de Investigación Humana (HRP, por sus siglas en inglés) de la NASA se dedica a descubrir los mejores métodos y tecnologías para respaldar viajes espaciales humanos seguros y productivos. Mediante las investigaciones científicas llevadas a cabo en laboratorios, análogos terrestres y la Estación Espacial Internacional, HRP estudia cómo los vuelos espaciales afectan el cuerpo y el comportamiento humano. Investigaciones como estas impulsan la búsqueda de HRP para innovar formas de mantener a los astronautas saludables y preparados para su misión a medida que los viajes espaciales se extienden a la Luna, Marte y más allá.
Por Nathan Cranford
Comunicaciones Estratégicas del Programa de Investigación Humana de la NASA
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