Por instrucciones de la presidenta Griselda Martínez, el Instituto de Planeación para el Desarrollo Sustentable de Manzanillo (INPLAN), junto con las direcciones de Catastro, Medio Ambiente y Protección Civil y Bomberos han trabajado para actualizar el Atlas de Riesgo del municipio, trabajo que será la base para poder terminar tal Instrumento que será utilizado para diversas situaciones, principalmente en casos de emergencia. El documento no ha sido actualizado desde el 2012, pero la alcaldesa adelantó que éste será una realidad en mayo de 2024.

Lo anterior, durante la Tercera Sesión Ordinaria de Protección Civil, la cual fue encabezada por la alcaldesa Griselda Martínez, la secretaria del Ayuntamiento, Martha Zepeda, el director de Protección Civil y Bomberos, Juan Francisco Quiles; la directora del INPLAN, Elisa Gutiérrez; estuvieron presentes las representaciones de ASIPONA, CFE, Décima Región Naval, Zona militar; DIF Municipal; las direcciones de, Obras Públicas, Servicios Públicos, Seguridad Pública y Policía Vial, también convocadas la Unidad Estatal de Protección Civil y Guardia Nacional, pero no acudieron.

Con el trabajo de inicio realizado, que lleva la visión de la administración municipal, ya se ha vinculado con las guías del CENAPRED y de la SEDATU con la que se realizó la licitación correspondiente, para que de esa forma una empresa especialista en el área concrete el instrumento que será para el bien de las y los manzanillenses.

La alcaldesa Griselda Martínez, reconoció el trabajo interinstitucional para integrar el Atlas de riesgo para Manzanillo, pues es una zona que es susceptible a 11 de 18 fenómenos hidrometeorológicos y geofísicos, “es muy importante para las y los manzanillenses tener este Instrumento por una realidad como está pasando en Guerrero, que por no tener un marco ordenatorio como el Atlas de riesgo, hoy atraviesan por una situación muy complicada”.

Señaló que con este estudio y documento rector se tendrán los mecanismos que permitan prevenir una catástrofe, como la ocurrida en Guerrero, o la que aconteció en Manzanillo tras el paso del huracán de 1959.

La alcaldesa ponderó, incluso, la necesidad de reformar reglamentos, como el de Construcción y la propia Ley de Asentamientos Humanos, pues es necesario que se exija que en la hotelería existan refugios anti huracanes, o que se determinen los inmuebles que pueden servir de albergues y hacer las obras necesarias para que cumplan a cabalidad con la protección de la integridad física de las personas que acudan a esos sitios.

Ejemplificó que en Manzanillo existen muchas playas que son muy riesgosas por las corrientes de retorno, sin embargo, dijo que no se puede contener la visita de las personas porque no existe un estudio que así lo determine, pero que con el Atlas de riesgo podrá protegerse a la población, “hoy se pone en riesgo al personal, pero debemos seguir prestando la ayuda”.

Griselda Martínez, también citó las actividades portuarias como acciones de riesgo, por posibles derrames químicos, “este nuevo Altas de riesgo también contemplará las acciones a realizar ante esa posibilidad de afectación al entorno”.

Agregó que por ello es importante reforzar la comunicación entre instituciones para poder tener una mejor reacción a favor de la población.

Manzanillo, Col., a 01 de noviembre de 2023.

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