*“Cuando un estudiante observa que su profesor es honesto, justo, humanitario y
compasivo razona que él también puede serlo; por ello, debemos reconducir la educación
universitaria a su función esencial: formar ciudadanos libres, cultos y capaces de razonar

de manera crítica y autónoma”, dijo el catedrático.

“La principal tarea del profesor de Derecho es transmitir a las y los estudiantes una
identidad profesional responsable basada en la ética, la justicia y el servicio a los demás,
que les permita dar sentido y trascendencia a su vida a través del ejercicio de su profesión”,
dijo este martes Diego Robles Farías, profesor investigador de la Universidad
Panamericana, durante la Lectio Brevis que marca el inicio del ciclo escolar en la Facultad
de Derecho de la Universidad de Colima (UdeC).
Llamó a su charla: “La ejemplaridad y currículum oculto del profesor universitario”.
Este evento se llevó a cabo en el auditorio de la Facultad de Derecho y fue presidido por
Christian Torres Ortiz Zermeño, rector de esta casa de estudios.
La bienvenida estuvo a cargo de Jessica Romero Michel, directora del plantel.
“Como cada semestre, nuestra Lectio Brevis nos reúne para dar inicio a las actividades, al
ser un espacio propicio para el diálogo que busca contribuir al conocimiento e incidir en el
análisis de las distintas situaciones y problemáticas”.
Sobre el tema elegido por Diego Robles dijo que “es pertinente y de relevancia para
las instituciones educativas, ya que éste es el valor agregado que en una universidad como
la nuestra puede ofrecer tanto al interior de las aulas como al exterior”.
Mario de la Madrid Andrade, profesor investigador del plantel, se encargó de la
reseña curricular de Diego Robles, Dr. en Derecho por la Universidad Panamericana y
actualmente profesor investigador de la misma. Ha publicado varios libros y es editor de
revistas especializadas en Derecho.
En su conferencia, Robles Farías comentó: “para transmitir a estudiantes el ideal de
profesionistas responsables con una visión ética, es necesario que el profesor de Derecho se
convierta en un verdadero ejemplo, no en cualquiera, sino en uno ejemplar y que a través de
su cátedra transmita no sólo los conocimientos profesionales sino un modelo de vida que
concentre las cualidades de una persona correcta en las diversas dimensiones de su vida
profesional, social, familiar y afectiva”.

Pidió no perder de vista que la profesión de abogado es una de las más influyentes
en el entorno social actual y en la mayoría de países. “Esto amerita una profunda reflexión
sobre su preparación, la cual no puede limitarse al ámbito académico; es decir, al
conocimiento del Derecho y de las leyes, sino que tiene que enfatizar a la par su formación
ética”.
Resaltó que, en nuestra época, la formación ética de las y los abogados toma una
importancia inusitada. “Si logramos elevar la actitud ética de los estudiantes de Derecho,
automáticamente elevaremos el sentido ético de la sociedad en su conjunto”,
De acuerdo con Diego Robles, las y los profesionales del Derecho “nos enfrentamos
con problemas que deben resolverse con justicia y con prudencia, cualidades que deben
transmitirse desde las aulas universitarias”.
En ese sentido, dijo que una forma de transmitir la visión ética es a través del
ejemplo: “En la época actual debe promoverse una ejemplaridad distinta, que sea eficaz
como ideal civilizatorio en una sociedad igualitaria, democrática y secularizada, que
contribuya a disminuir los problemas que aquejan a nuestra civilización; con el ejercicio
cotidiano de ciertas virtudes, como la honestidad y la prudencia, convertimos el ejemplo en
ejemplaridad”.
En ese sentido, continuó, “los profesores de Derecho y los universitarios somos
candidatos idóneos para portar y transmitir esa ejemplaridad igualitaria, pues para educar
estudiantes no basta transmitirles aspectos teóricos y prácticos y tampoco es suficiente
mostrarles leyes y normas de comportamiento que rigen a la sociedad. Es indispensable el
ejemplo persuasivo”.
Para terminar, Diego Robles dijo que “la ejemplaridad debe proyectar una
coherencia lineal entre lo que se piensa, lo que se dice y lo que se hace, en todas las facetas
de la vida. Cuando un estudiante observa que su profesor es honesto, justo, humanitario y
compasivo razona que él también puede serlo; por ello, debemos reconducir la educación
universitaria a su función esencial: formar ciudadanos libres, cultos, capaces de razonar de
manera crítica y autónoma”, concluyó.
Al tomar la palabra, el rector celebró coincidir con las ideas centrales del doctor
Diego Robles Farías: “Quiero invitarles a que hagamos lo posible por convertirnos en un
profesor o profesora ejemplar”.
A las y los estudiantes, “les pido que hagan lo posible por convertirse en estudiantes
ejemplares, lo cual es un reto importante pues significa honestidad, ética, justicia y servicio
a los demás”.
En este sentido, dijo para finalizar, “la formación disciplinar es determinante, es
esencial para ejercer la profesión, pero en el mundo en el que vivimos, igual de importante
es la parte humana, la construcción de ciudadanía, de valores y de comportamientos. La
combinación de un profesionista ejemplar con una persona ejemplar es lo que necesita el
mundo de hoy”, finalizó.

También estuvieron en el presídium: Joel Nino Jr., secretario general de la UdeC;
Susana Aurelia Pérez, coordinadora general de Docencia y Camilo García, presidente de la
FEC.

Por Noticias