++ El surfista colimense, primero en representar a México en unos Juegos Olímpicos, volvió a casa, donde fue recibido por sus amigos de toda la vida.

Por: Carlos Alberto Pérez Aguilar

Así como se fue, acompañado de su padre y su equipo, que más bien son amigos de toda la vida, Alan Cleland, primer surfista mexicano en participar en unos Juegos Olímpicos, volvió Boca de Pascuales, Tecomán, Colima, un rinconcito costero de enramadas y casas de playa donde, tal como lo ha contado él en muchas ocasiones, sólo hay dos cosas qué hacer, pescar y surfear.

Regresó sin una medalla olímpica pero sí con el cariño de todo México y con el título del ’Rey de las Olas’’, tras coronarse como el ganador del US Open Surf en Estados Unidos, refrendando por qué Alan es el campeón del mundo vigente.

Alrededor de las 2:30 de la tarde, el surfista rubio llegó como un héroe para toda una comunidad que vive entre palmas y salen a pescar en pangas de madera cada mañana, y que ahora puede presumir tres cosas: la comida, las olas y ser cuna de Alan Cleland, a quien admiran por lograr llegar a la cima del deporte que todos aman en Pascuales, el surf.

“El sacrificio es todo para poder perseguir tus sueños. Ahora las cosas han podido ser más fáciles, ya nos ha volteado a ver la Conade y algunos patrocinadores que nos dan la mano, pero fueron muchos años en los que sólo fuimos el surf, mi papá y yo”, responde Alan al periodista tecomense Belisario Romero quien le pregunta cómo debe hacer un surfista para llegar a las competencias donde, ahora, se ha ganado la admiración.

Si algo caracteriza a Cleland es la sencillez de sus palabras y el apego que tiene a su familia y comunidad. Ha dicho que el viaje más importante no suele ser a una competencia, sino cuando después de estas regresa a casa, al lugar donde ha crecido, hoy ha vuelto a Boca de Pascuales recibido por abrazos de niños, niñas.

“Es un fruto que se está dando y lo que más me motiva es que se puedan abrir puertas para más jóvenes que están surfeando y que ojalá tengan el apoyo que, en su momento yo no tuve. Yo sólo les digo una cosa, porque así lo he vivido, no le hagan caso a nadie y luchen por lo que quieran hacer, sin importarles que les digan que no se puede, porque tarde o temprano, si pones todas tus fuerzas sí se podrá”, exclamó entre los gritos de ¡México!, ¡México! de habitantes y turistas.

¿Te enteraste que decían que no eras mexicano por tu color de piel?, pregunta el periodista entre el tumulto de gente.

“Así ha sido toda mi vida, así ha sido siempre, pero quienes me conocen saben que soy de Boca de Pascuales, de Tecomán y Colima. Yo aprendí inglés hasta los 14 años, si eso les dice algo… la verdad no me importa lo que piense la gente yo soy mexicano y eso nadie me lo quita”.

El surfista colimense agradece el apoyo de las y los mexicanos que pusieron el surf en tendencia a nivel nacional tras su participación, recordando que aún cuando obtuvo muy buenas puntuaciones, “cada competencia es diferente, cada ola cambia el destino. No pasó en París, pero pasó acá en California, así es el surfing, como el mar, no se puede predecir”.

En el recibimiento destaca el abrazo de Valeria, hermana menor de Alan y de su abuela, la señora Irma, a partir de este jueves, durante los próximos días se ha preparado una serie de actividades y festejos en la comunidad de Boca de Pascuales ante el regreso del campeón mundial y primer representante de México en unas olimpiadas.

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