*El académico de la UNAM, Gustavo Villanueva dictó conferencia para celebrar los 20

años del Archivo Histórico y Hemeroteca de la UdeC.

En el marco de las actividades por el 84 Aniversario de la Universidad de Colima, a
los que se suman los festejos por los 20 años de creación del Archivo Histórico y
Hemeroteca de la máxima casa de estudios colimense, esta semana se realizó la conferencia
magistral: “Los archivos históricos: entre la memoria y la identidad”, que dictó el
académico de la UNAM y reconocido experto nacional en el tema archivístico, Gustavo
Villanueva Bazán.
Al dar la bienvenida en representación del rector Christian Torres Ortiz Zermeño, el
secretario general de la institución, Joel Nino Jr. dijo que “resulta de lo más significativo
que el edificio que albergó los orígenes de esta casa de estudios, sea la actual sede de la
dependencia responsable de preservar su memoria documental”.
Destacó que, desde el año 2004, “nuestra Universidad ha trabajado incansablemente
para consolidar un espacio dedicado al resguardo, catalogación y difusión de la memoria
institucional. Gracias a estos esfuerzos, hemos sumado nuevos acervos y creado una
hemeroteca que amplía significativamente el acceso a fuentes documentales clave”.
En la actualidad, aseguró, el Archivo Histórico Universitario se ha convertido en
una fuente de conocimiento donde se pueden realizar investigaciones de alto nivel, “con
materiales valiosos que no solo ayudan a comprender la historia de Colima y de México,
sino también la de nuestra casa de estudios”.
Los archivos -compartió- “nos brindan, en cierto sentido, superpoderes. Nos
permiten viajar en el tiempo, acceder a voces y eventos que ocurrieron décadas o incluso
siglos atrás”.
Agregó que, gracias a los documentos que se resguardan, es posible reconstruir el
pasado, observar los detalles y comprender mejor las decisiones y hechos que forjaron la
realidad actual. “Más allá de ser guardianes del pasado, los archivos cumplen un rol
fundamental en el ejercicio del derecho a la verdad. Al preservar y hacer accesible la
información, contribuyen a que las sociedades puedan conocer los hechos que moldearon
su historia, con una visión crítica y transparente”.
“Este derecho a la verdad -dijo para terminar-, es clave para fortalecer la justicia, la
memoria y la reconciliación, permitiendo a las futuras generaciones aprender del pasado
para construir un futuro más equitativo y consciente. En la Universidad estamos

comprometidos con las disposiciones que rigen el desarrollo de sistemas de archivos,
asegurando así la correcta gestión y disponibilidad de la documentación que respalda las
acciones de las entidades públicas”.
En su disertación, el catedrático de la UNAM, Gustavo Villanueva Bazán señaló que
a lo largo de su historia, los archivos en México han sido regidos por normas secundarias
que a través del tiempo han intentado darle sentido a las instituciones archivísticas, en
especial, puntualizó, al Archivo General de la Nación. “Algunos de estos reglamentos
fueron creados en 1864, 1856, 1865, 1920, 1946 y en épocas más recientes, nos
remontamos a 1973 y 1984”.
Añadió que uno de los pasos más significativos para impulsar la cultura archivística
en el país se dio con la aprobación, el 11 de junio de 2002, de la Ley Federal de
Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, que obliga al gobierno a
abrir archivos y documentos. “Por lo que toda persona puede solicitar a las instituciones
federales cualquier documento que contenga información pública y obtenerla en forma
rápida y sencilla, sin necesidad de justificar los propósitos de la solicitud”.
A este precedente, dijo, siguió en el año 2012 la Ley Federal de Archivo, y para el
15 de junio de 2018 se publicó la Ley General de Archivos (LGA) en el Diario Oficial de la
Federación. “Esta Ley, que tuvo un proceso de elaboración sinuoso y nada fácil, define en
su Artículo 4 que un archivo es integrado por documentos de conservación permanente y de
relevancia para la memoria nacional, regional o local, de carácter público”.
Como un aspecto a reflexionar sobre esta ley general, el conferencista señaló que en
su artículo 21 menciona que el archivo histórico en las instituciones “estaría sujeto a la
capacidad presupuestal y técnica del sujeto obligado. Por lo cual, se habla de una
posibilidad y no de un mandato. En este sentido, considero que dejarlo solamente como
probabilidad le quita al archivo seriedad, categoría y por supuesto importancia”.
Además de la definición de la Ley General, dijo, el archivo histórico es un insumo
para construir la historia y se asume como la memoria que requieren las instituciones y las
sociedades para un mejor conocimiento de sí mismas y de su identidad. “Habrá que
entender entonces la memoria como la suma estructurada de recuerdos que, en relación con
nuestro entorno personal y nuestro contexto, forman ese discurso que se produce en nuestro
ser para darnos identidad”.
Además, el especialista aseguró que los archivos constituyen la memoria de las
instituciones y de la sociedad, en tanto que conservan y organizan el testimonio de su
desarrollo a lo largo del tiempo. “Son una parte fundamental para el conocimiento de la
identidad institucional y social, a partir de su contribución al conocimiento del pasado y del
presente”.
Finalmente, el conferencista señaló que, con esta Ley General, la idea es que el
archivo ya no sea nada más para quien produce los documentos o para el historiador, sino
también para el ciudadano, “de tal manera que el archivo se convierta en una herramienta

de la democracia misma, porque nos ayuda a una convivencia más transparente y a ver las
cosas con una mayor capacidad de análisis y actuación dentro de la sociedad”.
Gustavo Villanueva Bazán es maestro en Historia de México por la UNAM y
Máster en Gestión de Documentos y Administración de Archivos por la Universidad
Internacional de Andalucía. Fue Coordinador General del Archivo Histórico de la UNAM y
actualmente es profesor de asignatura en la Escuela Nacional de Estudios Superiores
Unidad Morelia y en el Colegio de Bibliotecología y Archivología de la Facultad de
Filosofía y Letras de la UNAM.
Ha coordinado libros y publicado varios textos sobre temas archivísticos e
históricos, además de haber impartido y coordinado cursos, asesorías, diplomados y
ponencias, así como conferencias en congresos y reuniones especializadas en México y el
extranjero. Fue presidente fundador de la Red Nacional de Archivos de Instituciones de
Educación Superior (RENAIES), representante de los Archivos Universitarios ante el
Consejo Nacional de Archivos y presidente de la Red Iberoamericana de Archivos de
Educación Superior (RIAES).
En el evento estuvieron presentes también la directora del Archivo Histórico de la
Universidad de Colima, Omelina Araiza Benuto y el ex rector de esta casa de estudios,
Carlos Salazar Silva.

Por Noticias

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