*“Cuando eslóganes políticos y escándalos mediáticos se valoran más que las ideas y los
principios, y cuando las celebridades de la farándula son admiradas más que los
intelectuales, la sociedad cae en la complacencia y mediocridad”, dijo el académico.
Ricardo Villareal, profesor de la University of Tampa, Florida, impartió esta semana
la conferencia “Literatura y lectura como acto de rebeldía. Hacia una sociedad más crítica y
humana”, esto como parte de la vinculación entre la Universidad de Colima y la Red Global
MX Capítulo España. El conferencista también es columnista de la revista digital Raia
Diplomática y forma parte del comité de selección y jurado del Festival Cinema Culturas,
en California, Estados Unidos.
En su charla, destacó que en esta época hay preocupación de que los líderes
políticos se conviertan en dictadores y que también existe una dictadura digital. “El poder
ha sido traspasado de los humanos a los algoritmos, al Big Data y las plataformas de
inteligencia artificial. Como dice Eduardo Galeano: las dictaduras militares desaparecen
gente, las financieras, dinero, y las digitales, si nos descuidamos, desaparecen la verdad”,
enunció.
Encontrar la verdad, dijo, “es más complejo que aceptar una ideología, pues muchas
veces la gente no quiere satisfacer la necesidad de creer, sino tener la razón”. En este
sentido, advirtió: “Cuando una ideología forma a una persona, es más difícil que acepte la
verdad”.
Dijo que la lectura es un arma contra regímenes totalitarios y la mala información.
“Es la mejor arma contra la ignorancia, porque detona el pensamiento crítico, ya que el
peor enemigo para los gobiernos totalitarios es tener una sociedad crítica, con
independencia intelectual y bien informada”, enfatizó.
Por lo anterior, reconoció en el pensamiento crítico la capacidad de analizar y
evaluar información libre de sesgos, ideologías y subjetividades para tomar mejores
decisiones. “La literatura es el lado opuesto de los dogmas; los textos literarios siembran
dudas, están abiertos al cuestionamiento y a la posibilidad de múltiples interpretaciones”,
sostuvo.
“Leer nos hace libres y es la mejor arma contra la ignorancia, contra los prejuicios,
la mala información, el racismo, la xenofobia y fanatismos religiosos y políticos”, enfatizó.
Ante los constantes y rápidos avances tecnológicos, continuó, “la lectura puede proveernos
de conocimientos enriquecedores, y en la literatura universal encontramos recursos para
ayudarnos a ampliar nuestra imaginación y afinar nuestra visión crítica del mundo, para
procurar un futuro más humano”.
La literatura, reafirmó, “fortalece el pensamiento crítico al exponernos a narrativas
complejas y diferentes perspectivas del mundo y la sociedad, así como al enfrentarnos a
dilemas morales”. De igual modo, enunció: “Nos despierta, nos tiene más alerta, nos
cambia la manera de pensar hacia una más humanista”.
En su charla virtual, comentó que es urgente recurrir a la literatura en esta era de
consumismo, de desechables y un materialismo efímero. “Aparentar, cuenta más que ser.
Debemos regresar al valor de lo humano por encima de lo comercial”, dijo. “Sin embargo,
se ve que el éxito de la cultura se mide por su valor comercial y no por su valor humano.
Estamos en una cultura, como dice Umberto Eco, de consumo, donde nos llenamos de
cosas, pero nos vaciamos de ideas”.
Eduardo Galeano, parafraseó, “dice que vivimos en la cultura del envase que
desprecia el contenido, donde el funeral importa más que el muerto, la boda más que el
amor y el físico más que el intelecto”. Expuso que cuando una sociedad concede más
importancia a la apariencia que al contenido, “cuando eslóganes políticos y escándalos
mediáticos se valoran más que las ideas y los principios, y cuando las celebridades de la
farándula son admiradas más que los intelectuales, la sociedad cae en la complacencia y
mediocridad”.
Externó que cuando se menosprecian disciplinas como la Filosofía, la Literatura,
Ciencias y Artes por no tener una utilidad, “se corre el riesgo de perder aquello que nos
hace humanos: pensar y encontrar belleza y el sentido en la vida”.
Por último, comentó que hoy se dice que no hay tiempo para leer, pero algunas
investigaciones demuestran que la gente pasa seis horas al día viendo sus dispositivos
móviles: “Ahí podemos encontrar algo de tiempo para la lectura, una hora… es importante
encontrar ese tiempo y dárselo, porque necesitamos ser ciudadanos con una visión crítica”.