*“Vivir en otro país me enseñó a enfrentar nuevos retos, adaptarme a diferentes contextos

culturales y a valorar el intercambio de ideas”: Mariana.
En una emotiva ceremonia realizada en días recientes, la Universidad de Colima, a
través de su Facultad de Comercio Exterior, entregó constancias de práctica profesional
internacional a estudiantes de la Licenciatura en Comercio Exterior del campus Valle de las
Garzas, en Manzanillo.
Este logro fue posible gracias a la colaboración entre la Universidad de Viña del
Mar, en Chile, y la UdeC a través de su Facultad de Comercio Exterior, de la Dirección
General de Servicio Social y Práctica Profesional y la Oficina de Internacionalización y
Cooperación Académica. Gracias a este esfuerzo conjunto, las y los estudiantes
participantes accedieron a un programa de doble titulación.
En esta edición, las y los estudiantes realizaron su práctica profesional en el Centro
de Negocios Sercotec Viña del Mar, una institución dedicada a apoyar el desarrollo
empresarial mediante servicios de mentoría, asesoría técnica especializada, capacitación
—tanto general como específica—, acceso a financiamiento, investigación aplicada en
negocios y mercados, así como la vinculación con el ecosistema productivo local.
El evento se llevó a cabo en uno de los salones principales de la Facultad y contó
con la presencia de autoridades universitarias, docentes y estudiantes, quienes celebraron
este importante paso académico.
Ana María Gallardo Vázquez, delegada de la Universidad de Colima en Manzanillo,
destacó la trascendencia del acto, especialmente por la presencia de estudiantes interesados
en participar próximamente en prácticas o intercambios académicos. “Este evento será una
motivación para ellos y ellas”, subrayó.
En su intervención, compartió una reflexión: “En la vida diaria siempre nos gusta
ser los primeros, incluso cuando vamos a comprar algo, pero no todos ni todas estamos
dispuestos a pagar el precio de ser el número uno. Por eso, les felicitamos de parte de toda
la institución, porque fueron valientes al participar en un intercambio y realizar sus
prácticas profesionales en un entorno distinto al de su país. Detrás de esta constancia hay
muchas historias de retos personales y académicos”.
Finalmente, Gallardo Vázquez aseguró que los lugares donde estos jóvenes
trabajarán en el futuro —ya sea en empresas o en sus propios emprendimientos— serán

afortunados, al contar con profesionales con experiencia internacional en un país tan
relevante como Chile.
El director de la Facultad, Noé López Alvarado, se unió a las felicitaciones y
expresó que los cuatro estudiantes que concluyeron esta experiencia “son un orgullo y un
ejemplo para la comunidad universitaria”.
En nombre de sus compañeros, la alumna Mariana Gutiérrez Sandoval compartió su
experiencia: “Durante mi estancia, no solo adquirí conocimientos prácticos en el ámbito del
comercio exterior, también experimenté un crecimiento personal importante. Vivir en otro
país me enseñó a enfrentar nuevos retos, adaptarme a diferentes contextos culturales y a
valorar el intercambio de ideas”.
Además, destacó el impacto humano de la experiencia. “Tuve la oportunidad de
conocer personas maravillosas que enriquecieron mi perspectiva personal y profesional.
Gracias a mis mentores y compañeros de trabajo en Chile, quienes me brindaron su apoyo;
me sentí parte de su comunidad”.
Finalmente, Mariana animó a las y los estudiantes presentes a salir de su zona de
confort y considerar la posibilidad de realizar sus prácticas en otro país: “Es una
experiencia que transforma”.
Junto a Mariana Gutiérrez Sandoval, también participaron Luis Martínez Rivera,
Miguel Paredes Silva y Arturo Flores Vargas, quienes cursaron el programa de doble
titulación gracias al convenio entre ambas instituciones. Cada uno compartió sus
reflexiones sobre esta experiencia internacional.
Arturo Flores Vargas, estudiante de octavo semestre, expresó que para su familia
fue un gran esfuerzo económico y emocional apoyar su intercambio. “Me han dicho que
están muy orgullosos. Al principio hubo miedo, pero el apoyo de mis padres me ayudó a
seguir adelante”.
Miguel Paredes Silva señaló que lo más importante para él fue superar sus miedos y
asumir el desafío con decisión. Por su parte, Luis Martínez Rivera compartió que uno de los
mayores retos fue adaptarse a la cultura chilena. “Aunque también se habla español, el
lenguaje y la calidez de la gente son diferentes. Me costó al principio, pero aprendí a
adaptarme”.

Por Noticias

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